Sports De Ca Nostra

­Estaba Javier Cabotà en primera fila, con un ínfimo porcentaje de acciones, junto a un dirigente del Deportivo Alavés. Un poco más arriba, el director deportivo Miquel Angel Nadal confiando en que llegara la primera victoria para ahorrarse el marrón de tener que destituir a Karpin. Y poco más. El resto de personas que se ubicaron en el palco eran representantes de empresas ligadas de una u otra manera al Mallorca.
Tras la dimisión de Dudu Aouate, el domingo pasado como manager general y el jueves como consejero tras dejar al presidente Biel Cerdà a la altura del betún, había interés en comprobar si algún miembro del Consejo se sentaría en el palco en representación del club. No apareció nadie.

Ni el máximo accionista, que hace muchos meses que dejó de ir, ni el presidente, que en su día admitió que su presencia «perjudicaba al equipo». Ni, por supuesto, el alemán Utz Claassen, ya en poder del 45 por ciento de las acciones tras la compra del 25 a Pedro Terrasa, ni su hombre de confianza Miguel Blum.

Los gritos e improperios de un importante sector de la afición que ayer se dio cita en Son Moix iban dirigidos a una directiva que no hizo acto de presencia. No estuvo ayer ni se le espera en los próximos partidos, por lo que el palco será de nuevo protagonista más por la ausencia de los dirigentes que por su presencia, que debería ser lo normal.

Al único miembro del Consejo que los aficionados nombraron por su nombre fue Biel Cerdà, con algunas frases muy desafortunadas dirigidas hacia su persona. También se pudieron observar diferentes pancartas en contra de la directiva, a la que pidieron la dimisión, y en defensa de Aouate, que ha abandonado la nave mallorquinista harto del incumplimiento de Cerdà y de las guerras internas en un club que es una continua olla a presión. diariodemallorca.es