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Tal y como podéis leer hoy en EL MUNDO, el Mallorca ha descubierto la existencia de una trama ilegal de venta de entradas a través de la cual cientos de personas accedían al estadio sin que en los tornos se contabilizara su presencia. El asunto puede acabar en tribunales.

Todo comenzó hace varios meses, cuando el club comprobó como no cotejaban la recaudación y la asistencia de público a los partidos. De este modo, y en secreto, se aprovechó el encuentro ante el Real Madrid para efectuar un exhaustivo seguimiento a través de la Unidad de Control Operativo (UCO) que existe en Son Moix, y que controla la polícía. A través del UCO se descubrió como, solo en ese partido, más de 600 personas accedieron al recinto sin presentar ninguna localidad ni pase. Existen numerosas pruebas videográficas que así lo demuestran, y dada la magnitude la irregularidad el club no tiene ninguna duda de que se trata de una trama de venta de entradas paralelas.

Lo primero que hizo el Mallorca fue poner el incidente en conocimiento de la empresa que le proporciona el personal auxiliar para los partidos en Son Moix, Laborandi, a la que exigió que relevara de su puesto a 43 trabajadores temporales a los que contrata cada dos semanas. Sin embargo, el pasado viernes el club fue un paso más allá y comunicó a Laborandi que quedaba extinguido su servicio, por el que cobraba 60.000 euros anuales. Cada uno de los porteros que auxiliaban los torneos percibía cerca de 30 euros por partido.

Ahora los servicios jurídicos del club, que ya han recibido de la policía las cintas grabadas a través del UCO, están estudiando las pruebas de las que disponen para ver si procede presentar una demanda por estafa. (T.MAURA-EL MUNDO.ES))