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Segunda final del año para el balear después de Doha y primera sobre la tierra lo que le permite ascender al quinto puesto de la Race 2016 a expensas de lo que haga Gael Monfils en la segunda semifinal de Montecarlo que le enfrenta a su compatriota Jo-Wilfried Tsonga. Nadal optará mañana a igualar los 28 Masters de Novak Djokovic.

Andy Murray había llegado dos veces a las semifinales de Montecarlo y en ambas ocasiones había cedido con el mismo adversario: Rafael Nadal. La tercera vez que se veían las caras en esa misma ronda, el británico no estaba dispuesto a volver a perder e hizo todo lo posible. A pesar de su esfuerzo, acabó perdiendo y ya van 17 veces contra Nadal, por 2-6, 6-4 y 6-2.

Murray, número 2 mundial, fue mejor al principio. El británico, vencedor del último duelo sobre tierra, en la final del Mutua Madrid Open 2015, estaba por delante de la línea blanca y eso le permitía dominar los puntos.

Andy era mejor desde el fondo de la pista, en la posición y en los tiros, leyendo la lejanía de su rival al que martirizó con dejadas con el guante que tiene en el revés. Pero si Nadal encadenó en su día 81 victorias en polvo de ladrillo y 46 triunfos en el Country Club es porque es un ganador que no se rinde ante la adversidad.

Con el paso de los minutos, fue de menos a más en su tenis y en la intensidad de las piernas. Murray era lo contrario. Su lenguaje corporal cada vez era peor. Nadal, que recuperaba jugadas imposibles como en la mejor versión del pasado, firmó las tablas e inicio la manga de desempate con ‘break’ arriba.