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Los discípulos de Marco Justo conquistan el máximo entorchado de la Segunda FEB en una batalla para el recuerdo ante el Cáceres por 76-58

El Palmer Basket principió la vuelta de la finalísima por el ascenso a Primera FEB con la exaltación física que distingue a este grupo. Ángel Comendador, con una recuperación en primera línea y una bandeja excelsa, sumó los primeros puntos para el cuadro isleño. El Cáceres respondió con una acción colectiva de mérito y, tras una paciente circulación, Óscar Alvarado anotó desde el triple. La recuperación de los básicos, el control en el rebote y la energía en las situaciones defensivas permitieron al bloque de Marco Justo liderar el envite con mínimas rentas. Joan Feliu elevó el honor de la capitanía a dimensiones mitológicas y, con su fiabilidad en la media distancia, castigó el armazón del adversario. El acierto de Rakočević y el pundonor de Adekoya fueron lo más destacado en el bando extremeño. El resultado al término del cuarto inicial, 18-16.

En el segundo capítulo, el Palmer Basket, exhortado por el hálito mágico de un Son Moix entregado a su equipo, se abrazó a su hábito más inherente, la defensa. Los epígonos de Marco Justo acrecentaron su productividad en la protección del aro propio gracias a un encumbrado ejercicio físico. El Cáceres apenas pudo convertir 9 puntos en la totalidad del parcial. Fallou Niang y Ángel Comendador auparon la cotización de los intangibles sobremanera y Youssouf Traoré legisló los estatutos de la pintura. Adrián Chapela y Alessandro Scariolo, bases de la escuadra mallorquina, compartieron muchos minutos en la pista y dirigieron las operaciones de la plantilla con exquisitez. El Palmer Basket llegó al entreacto por delante en la eliminatoria, 38-25.

En el tercer asalto, Charlie Easley fue el encargado de asumir los lanzamientos iniciales en el Palmer Basket. El exterior estadounidense se adjudicó los cuatro primeros puntos del conjunto balear. Ander Urdiain con un triple de bandera se unió al inspirado comienzo ofensivo del batallón insular. El Cáceres lució personalidad y corrigió la dinámica de la contienda. Daniel Rodríguez distribuyó con firmeza los ataques de los suyos y Rakočević se mostró inmisericorde desde el triple. El mejor equipo del Grupo Oeste organizó sus acometidas con sapiencia, coqueteó con el reloj de posesión y fue capaz de encontrar siempre la solución correcta. El marcador, 58-47.

En el segmento final, la defensa emergió como la compañera ideal de viaje del Palmer Basket por última ocasión en este curso mágico. La solidaridad de un grupo unido hasta el desenlace de las consecuencias escenificó a la perfección que no hay mejor receta para el éxito que la plenitud colectiva. El Cáceres no pasó de los 11 puntos obtenidos en todo el parcial. Youssouf Traoré, con una actuación para la posterioridad de 23 puntos y 9 rebotes, hizo testigos a las 3900 almas que causaron ‘L’infern turquesa’ de que Nietzsche estaba en lo cierto, de que la teoría del “superhombre” no era una simple conjetura. El Palmer Basket venció por 76-58; el Palmer Basket ofreció a la isla lo que tanto anhelaba; el Palmer Basket es de Primera FEB. En una temporada sin fisuras, con 24 triunfos en 28 compromisos, no solo se certificó el ascenso, también se logró el cetro de la Segunda FEB.