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Nuevo episodio violento en los campos de fútbol. Ocurría la noche de este miércoles en el partido de la División de honor de Mallorca en el que se suspendía el encuentro Son Verí-Santa Mónica por el empujón de un jugador local al asistente.

El partido medía a los dos últimos clasificados pero no hubo ningún problema entre los equipos. La tensión se disparó en el 59′ con 1-3 cuando el árbitro pita penalti a favor de los visitantes. En ese momento empezaron los insultos y un jugador local llegó a empujar al árbitro asistente, por lo que el árbitro Jaume Mas Capó paró el partido y requirió la presencia de la fuerza pública.

Pocos minutos después se personaba la Guardia Civil para recoger la información sobre lo ocurrido.

El árbitro refleja en el acta que tras señalar el penalti en el 59′, «varios jugadores del Son Verí rodearon tanto a mí como al asistente profiriendo insultos como «hijos de puta, desgraciados, putos subnormales de mierda y amenazándonos».

«En medio de esa confrontación el dorsal 8 del Son Verí, Alioune Seck llegó a empujar en el pecho a mi asistente número 1, lo que nos llevó a suspender momentáneamente el partido».

Indica el árbitro que después de suspender algunos jugadores locales lanzaron sillas, señala a Jonathan Castaño y al propio Seck.  El árbitro reconoce que en ese momento no expulsó a nadie porque temió por su integridad física. Informó al delegado local y pudieron llegar a vestuarios entre insultos de aficionados.

Fuente Deportescopebaleares