Pese a jugarse un lunes por la noche, esta nueva entrega de los Mallorca-Real Madrid dotará al estadio de un aspecto especial y se registrará ese ambiente de las grandes ocasiones que tanto se ha echado en falta desde marzo de 2020. De hecho, el dÃa del encuentro se cumplirán dos años del inicio de un estado de alarma que además de congelar durante unos meses todo el deporte mundial también vació las gradas de los recintos deportivos y distanció a los aficionados de los clubes y sus protagonistas. De momento la venta de entradas ha funcionado a buen ritmo y se ha acelerado en los últimos dÃas, hasta el punto de que en las taquillas solo quedan unas dos mil localidades de Fondo Sur, Tribuna Sol Alta y Tribuna Descubierta que podrÃan agotarse entre el fin de semana y el mismo dÃa del partido a pesar de sus elevados precios, que oscilan entre los 140 y los 230 euros.
Tras aplicarse una enorme inyección de autoestima en la competición que más le seduce, el Madrid irrumpirá en Son Moix como el lÃder destacado del campeonato, un papel que ya representaba durante su último desplazamiento a la capital balear, en octubre de 2019, y que realmente le sirvió de poco, ya que la escuadra dirigida entonces por Zinedine Zidane sufrió su primera derrota en Palma tras encajar un tanto de Lago Junior (1-0). Ancelotti recuperará en Mallorca a Ferland Mendy y Casemiro, pero deberá estar atento a la evolución de tres futbolistas que acabaron tocados el partido del miércoles: Benzema, Militao y Nacho. A su vez, Eduardo Camavinga, que fue compañero de Clément Grenier en el Rennes, puede dar descanso a Toni Kroos, recién recuperado de una pequeña lesión muscular, y Rodrygo Goes discutirá su titularidad con Marco Asensio, que volverá a Son Moix como visitante.
U.H.