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No se cruzaban sobre la pista, españoles y argentinos, desde febrero de 2015. Dos duelos amistosos los de entonces, en apenas 24 horas -el día 9 en Leganés y el día 10 en Cornellá- y con ambas victorias para los locales. Marcador final de 6-2 y 3-2, respectivamente. De hecho, en los siete precedentes que hay de este enfrentamiento, siempre se ha impuesto la Selección Española de Fútbol Sala -y no iba a ser hoy cuando vencieran los visitantes-. Por este, entre otros muchos motivos, los vigentes campeones del mundo quisieron reivindicarse desde el arranque.

Para los de Fede Vidal, tampoco iba a ser un partido cualquiera. Jugar contra Argentina motiva. Y mucho. Y el hecho de hacerlo a las puertas de un Mundial, es argumento más que suficiente para emplearse al doscientos por cien. Tanto unos, como otros, se impusieron al tercer combinado nacional que ha participado en este torneo triangular de Alhaurín de la Torre. España venció por la mínima a Uzbekistán. Argentina acabó con un 3-1 a su favor. Por lo tanto, a la Absoluta solo le valía la victoria si quería salir de la localidad malagueña con el trofeo de campeón en la maleta.

Antes de que echara a rodar el balón sobre la prista de la RFEF, Matías Lucuix dio indicaciones a los suyos para que salieran presionando de inicio y buscando la meta defendida por Jesús Herrero en cuanto tuvieran ocasión. En el minuto tres encontraron el premio. Edelstein golpeó un balón botando que se coló por la escuadra de la portería española. La intensidad se palpaba en cada acción. Estaba claro que no era un duelo más. Solano y Chino pronto fueron amonestados por sendas entradas y los sudamericanos sumaron cinco faltas con mucho tiempo en juego antes de pasar por el vestuario.

Ortiz empató el día que cumplía 198 internacionalidades con la Absoluta

No hay duda de que España supo reaccionar. Lo intentó con mucho ahínco Raúl Gómez, pero tuvo que ser el capitán Ortiz el que llevara la igualada al electrónico, cumplido el ecuador de la primera mitad. Tirando de estrategia, los españoles consiguieron empatar a la salida de un saque de esquina muy bien voleado por el ya 198 veces internacional. Se dice pronto. En el minuto 16 cuando los visitantes forzaron la sexta infracción, Adri no perdonó. Disparo raso, milimetrado y besando la base del palo consiguió el gallego que los españoles voltearan el resultado.

Los argentinos no se amilanaron tampoco. Hicieron esforzarse a Juanjo al máximo para evitar varias acometidas albicelestes. Pero poco pudo hacer ante un disparo cercano, potente y bien dirigido de Alan Brandi, que supondría de nuevo el empate. Segundos más tarde, era Taborda el que, después de varios rechaces al sacar una falta, pillaba un balón suelto que acababa en la red para adelantar de nuevo a Argentina. Bolo Alemany puso más tierra de por medio, con una acción individual en banda, que supuso el 2-4. Sin embargo, de nuevo las faltas cometidas penalizaron a los hombres de Lucuix. Chino, al igual que Adri en la primera mitad, marcó desde los diez metros. Adolfo, justo después, reventó un balón en el larguero que botó en la raya. Y, a partir de ahí, Fede Vidal ordenó a los suyos jugar de cinco. Raúl Gómez empujó dentro el empate a falta de 120 segundos. Estuvieron cerca de remontar, pero no pudo ser. Argentina aguantó y se llevó el trofeo de Alhaurín de la Torre, gracias a la diferencia de goles obtenida contra Uzbekistán.

Ahora, a pensar ya en el torneo cuadrangular de Jaén, que arrancará la próxima semana. En este caso, la Selección Española de Fútbol Sala tendrá que medirse a Guatemala, Vietnam y Japón. Estos tres serán los últimos partidos de preparación que disputará el combinado nacional en España, antes de partir Lituania, previo paso por Letonia.
 RFEF