Sports De Ca Nostra

Cuando el ascenso de 2019, al Mallorca se le planteó una excelente oportunidad de mercado: Tomeu Nadal se puso a tiro y el Albacete pidió por él un millón de euros. El club llegó a hablar con el portero mallorquín, pero no quería pagar nada por su traspaso y el dinero acabó invirtiéndose en el fichaje de Salibur.

La ocasión era inmejorable: dos porteros de garantías como Reina y Nadal para luchar la titularidad y la ocasión de darle salida a Parera para que pudiera jugar cada semana y en consecuencia estuviera en condiciones de crecer. En este escenario el Mallorca hubiera recuperado a un portero mucho más hecho y con más experiencia, además de procurarle a Reina un relevo muy sólido. Con el paso del tiempo la portería la hubieran peleado dos mallorquines, lo que siempre te da un plus de identidad. Yo no comparto la idea chauvinista de jugar con cuantos más futbolistas de la casa mejor, pero sí que creo que a los buenos hay que intentar traerlos, y Tomeu Nadal me parecía en ese momento un excelente fichaje (de hecho me lo sigue pareciendo ahora).

Al final ya sabéis la historia: Recio y Maheta trajeron a Fabricio, que pasó con más pena que gloria, y a Parera le hicieron la faena de dejarlo como tercer portero porque Vicente Moreno se empeñó en que sí o sí quería a tres. El club intentó en vano convencerle para que permitiera que saliera cedido Parera, que se pasó el año en blanco (jugó en Pamplona el último partido).

A mí ahora la petición de Miquel Parera me parece justa. Me consta que no ha sentado bien que utilizara twitter para reivindicar su salida, pero hay que entender a alguien que no quiere que le vuelvan a hacer la misma faena que el año pasado. Parera ha llegado a un momento en su carrera deportiva en el que necesita saber hasta dónde puede llegar. Retenerlo me parecería un acto de egoísimo, sinceramente.

Con Tomeu Nadal y Miquel Parera el Mallorca hubiera tenido dos porteros de la casa para muchos años, pero no se dio. El primero no vino y el segundo está a un paso de marcharse. El tiempo dirá si la decisión ha sido o no acertada.