Sports De Ca Nostra

El conjunto balear se enfrenta al Gran Canaria con el objetivo de volver a ganar tras perder ante F.C. Barcelona Lassa y Movistar Inter. Tristeza por la eliminación copera pero el equipo ya piensa en los siguientes retos. Los de Vadillo repiten en casa y necesitan ganar a un equipo que les complicó la vida el año pasado.

El Palma Futsal ha cruzado los Dolomitas con seguridad y buena cara pero ha perdido lo más valioso durante la travesía. Los dos enfrentamientos ante los grandes reyes del fútbol sala europeo se han saldado con una gran imagen, buenas sensaciones, el respeto del mundo del fútbol sala por competir de tú a tú ante los poderosos pero no se ha podido superar el camino con éxito. Para un equipo cualquiera, el resultado ajustado y la sensación de haber merecido mayor botín ya sería suficiente premio ante dos equipos cuyo presupuesto y calidad se sitúa en otra dimensión inalcanzable para los terrenales pero renunciar a una competición como la Copa del Rey produce tristeza en un equipo que tiene hambre de más.

La Copa del Rey ya es historia y ahora la mirada se centra en los siguientes retos. El Palma Futsal pasa página y trata de aprender de los partidos que exigen el máximo nivel para cuando el futuro depare una nueva oportunidad. Ahora toca retomar el pulso a la liga y posicionarse en las mejores posiciones para ser de los primeros en la carrera de fondo y contar con las mejores opciones para cuando llegue el momento decisivo. Con esta ilusión, el conjunto balear recibe, este viernes (20:30 horas), en el Palau Municipal d´Esports de Son Moix al Gran Canaria. Una victoria sería el mejor relajante, un complemento ideal para paliar la sensación de vacío que se queda tras jugar a un gran nivel pero no recibir nada a cambio. Del sueño se pasa a la realidad, a la obligación de ganar a un rival que ha conseguido una victoria en lo que llevamos de temporada y que también ha quedado apeado de la Copa del Rey. El Palma Futsal tiene a su favor su juego, el alto nivel competitivo que exhibe en cada uno de sus partidos. Defensivamente es un equipo fiable y ofrece una amplia nómina de atacantes en serie, capaz de retar y desafiar a los mejores y llevarlos al límite. Este es el valor de un equipo que se marca como objetivo mantener el nivel como máxima garantía de obtener triunfos. Quedan por corregir los errores puntuales que han resultado decisivos cuando los partidos han sido igualados, un aprendizaje de cara a lo que resta de campaña.

Sobre el papel, el Palma Futsal es el favorito frente al Gran Canaria, por la amplitud de plantilla y porque juega en casa, pero el deporte entiende poco de favoritismos y teorías. Y la mejor prueba es el rival de esta jornada. Es el mejor ejemplo. La pasada temporada complicó la vida a los baleares en los dos partidos. Tanto es así que se salvó en la última jornada con una victoria frente al conjunto mallorquín privándoles de un mejor cruce en los playoff por el título. El Palma fue incapaz de ganar ninguno de los partidos ante un equipo que demuestra que la clasificación hay que verla pero no tenerla en cuenta cuando no es para algo definitivo. Antonio Vadillo cuenta para la cita con toda la plantilla salvo el lesionado Éder.

Vadillo: “Algún día la moneda caerá de nuestro lado compitiendo así”

El técnico del Palma Futsal asegura que “hay que cambiar el chip, pasar la página de la Copa del Rey y es importante seguir la dinámica que llevábamos últimamente y conseguir la victoria en casa” y no olvida que “el año pasado nos dieron muchos dolores de cabeza porque nos quitaron la cuarta plaza. Este año no han comenzado bien, es un equipo nuevo, están encajando muchos goles y esperemos que nosotros estemos a nuestro nivel para conseguir los tres puntos porque los necesitamos para recobrar la confianza”. Vadillo afirma que “el equipo está bien porque el equipo ha competido a un nivel muy alto en dos circunstancias distintas” y que el pasito que faltó “se llama calidad y ese paso es muy complicado pero hemos estado allí en los dos partidos y hemos estado a un gran nivel. En un partido como el del martes estuvimos al nivel, partido igualado, encerramos al Barcelona y no es fácil conseguir eso. El juego no fue fluido, no hubo muchas ocasiones pero estos partidos son así y se deciden en estos pequeños detalles, en que hay tres o cuatro ocasiones y las tienes que meter”.

El entrenador reconoce que es bueno que haya un partido rápido porque “cuando juegas dos partidos en tan poco tiempo tienes el nivel de adrenalina alto y es importante volver a la normalidad. Fue un palo no conseguir la eliminatoria porque teníamos mucha ilusión y hay que levantarse, qué mejor hacerlo en casa y ante una afición que estuvo de diez y darles una alegría”. Vadillo asegura que está tranquilo porque “compitiendo a este nivel, la moneda caerá de nuestro lado, para que se abra la puerta hay que darle. Alguna vez la moneda caerá de nuestro lado pero hay que llegar allí. Eso no es suerte, es hacer todo el proceso para llegar y estar allí. Eso es la madurez y es en lo que estamos mejorando” y por ello ahora “es un buen momento para reencontrarnos con la victoria pero siempre desde la honestidad y la humildad”.

Chicho: “Grna Canaria nos pintó la cara el año pasado”

Por su parte, Chicho, manifiesta que “todos sabemos que no han empezado con buen pie y es un equipo que se está acoplando pero no debemos caer en que les golean, no podemos caer en la relajación porque el año pasado nos pintaron la cara tanto en casa como fuera y no pudimos hacer nada contra ellos”. El ala asegura que “hay que quedarse con las buenas sensaciones de los partidos ante Inter y Barcelona y seguir en esta dinámica. Hay que ganar y hacerlo bien, seguir con nuestro juego y mentalizados”. Su compañero Diego Favero añadió que “ahora nos olvidamos de la Copa y con todo el respeto a Gran Canaria hay que ganar sí o sí porque luego jugaremos dos partidos fuera y tenemos que demostrar donde queremos estar y hay que sacar mínimo siete puntos en los tres próximos partidos para estar entre los mejores”.