Una Tercera División vitaminada
27 junio 2017 | Por lorenzo | Categoria: Fútbol Regional
El grupo balear de Tercera División se creó en la temporada 79-80. Antes de eso, los equipos de las islas eran incluidos en un grupo formado también por catalanes, valencianos y alicantinos. En la temporada 78-79, de hecho, seis clubes baleares coincidieron en el Grupo V: Poblense, Constà ncia, Mallorca, Margaritense, Atlètic Balears y Manacor (citados por orden de clasificación final). Algo parecido va a suceder este próximo curso. La Segunda B es, de hecho, una Tercera División vitaminada.El concepto es muy fácil de entender. Desde hace algunos años el mercado futbolÃstico se ha globalizado, y eso significa que pueden encontrarse jugadores españoles en los sitios más recónditos e inesperados del mundo, desde Tailandia a Arabia SaudÃ, pasando por China, Estados Unidos o Australia. Incluso paÃses europeos que históricamente habÃan sido exportadores de futbolistas acogen ahora sin problemas a profesionales españoles o procedentes de la Liga española, como Bélgica, RumanÃa o cualquiera de las naciones que formaban la antigua Yugoslavia. La demanda es tan alta que incluso paÃses en el furgón de cola del orden jerárquico europeo se permiten fichar a futbolistas ibéricos. En Chipre, ahora mismo, ya hay bastantes ex-mallorquinistas, el último de ellos Héctor Yuste.
Por supuesto esta diáspora tene un precio. Salvo por lo que a los grandes se refiere, el nivel de la Liga española cada vez es más bajo porque los clubes, que en muchos casos no pueden competir con las ofertas de fuera, no tienen más remedio que acudir a las categorÃas inferiores en busca de sustitutos. Un ejemplo muy claro de ello, con todos mis respetos, es el de Mantovani, un futbolista que se habÃa movido siempre en la órbita de Segunda B y que esta temporada, con casi 32 años, no ha desentonado en Primera. ¿Porque de repente su nivel futbolÃstico ha aumentado? No. En realidad porque el de la categorÃa se ha venido abajo.
Resulta fácil extraer una fórmula matemática. Si en Primera los clubes de media tabla para abajo se ven obligados a fichar a futbolistas de Segunda porque el mercado no da para más, es lógico deducir que en Segunda tiran de Segunda B y en Segunda B de Tercera. De ahà el titular: la Segunda B es ahora mismo una Tercera División vitaminada, y ese será el ecosistema en el que deba moverse el Mallorca la próxima temporada. Por eso, en mi opinión, la apuesta deportiva deberÃa ser muy clara. fichajes de un solo año, que cumplan el objetivo del ascenso, y a partir de ahà una plantilla nueva