El error de permitir que el entrenador haga los fichajes
10 enero 2017 | Por lorenzo | Categoria:Uno echa la vista atrĂĄs y analiza en perspectiva los movimientos de mercado que ha hecho el Mallorca durante el año natural de 2016 y es para ponerse a temblar: 250.000 euros de traspaso por Ăscar DĂaz, 200.000 mĂĄs por Lekic, 350.000 euros de salario a Salomao, echar a Sissoko para traer a Juan RodrĂguez, prescindir de Truyols para firmarle dos años a Ansotegi, la broma de Colunga, SantamarĂaâŠ.Es cierto que sĂ ha habido operaciones interesantes, como los fichajes de Pol RoigĂ©, Lago y RaĂllo, pero en general la nota es muy baja.
Maheta Molango es un gestor joven que necesita llevarse palos para aprender, y quiero entender que en el futuro no caerĂĄ en los mismos errores. Para mĂ el mĂĄs grave de todos fue darle mando en plaza en los fichajes a Fernando VĂĄzquez. El gallego confeccionĂł una plantilla a su medida e invirtiĂł casi todos los recursos econĂłmicos del club en jugadores de su corte -Juan DomĂnguez, Juan RodrĂguez, Culio y Salomao- con los que formar lo que Ă©l entendiĂł que serĂa un centro del campo imbatible. No sĂłlo no fue asĂ, sino que el equipo quedĂł claramente descompensado.
Permitir que la plantilla la haga el entrenador es un error de principiante. Casi siempre sale mal. Le sucediĂł al Liverpool con BenĂtez, al Barcelona con Guardiola -Chigrynsky e Ibrahimovic, por poner dos ejemplos-, al Madrid con Mourinho y, por no irnos demasiado lejos, al Mallorca con la segunda etapa de CĂșper -Tuzzio, Potenza, Peralta, Iuliano, Choutos, RomeoâŠ- El fĂștbol ha cambiado y el profesional que ocupa el banquillo no debe tener la Ășltima palabra bajo ningĂșn concepto. Un ejemplo muy claro es el de James, relegado al filial porque VĂĄzquez exigiĂł a Salomao, cortando la progresiĂłn del extremo del filial. Es evidente que el club no obtendrĂĄ beneficio econĂłmico alguno de Salomao, que llegĂł con casi 28 años. En cambio, es probable que si se deja crecer a James acabe teniendo mucho mĂĄs valor.
AquĂ, claro, entramos en la segunda parte de la ecuaciĂłn. Si el entrenador se somete a los deseos del club tambiĂ©n estĂĄ perdido, porque a poco que los resultados no sean buenos, serĂĄ Ă©l quien pague los platos rotos. Por eso, en cuanto pueden, los tĂ©cnicos meten mano en los fichajes para traer a jugadores de su confianza. Es una polĂtica muy conservadora, pero estĂĄn protegiendo su propio puesto de trabajo.
Como casi siempre en la vida, en el equilibrio estĂĄ la razĂłn. Entrenador y director deportivo deben trabajar de la mano y confeccionar una plantilla que pelee por resultados inmediatos, pero que tambiĂ©n vele por los intereses de futuro del club, y si hay jugadores en la cantera con capacidad de proyecciĂłn es absurdo cerrarles el paso. Ha estado a punto de suceder esta temporada con Brandon. Cuando el Mallorca fichĂł a Culio estaba convencido de que era para ocupar el puesto del mallorquĂn porque es la demarcaciĂłn en la que el argentino da mejor rendimiento, por detrĂĄs del delantero. Por suerte Brandon empezĂł a marcar goles y ningĂșn entrenador del mundo lanza piedras contra su propio tejado, pero tengo la certeza de que si no llega a estar atinado ante la porterĂa contraria no hubiera tardado en ser carne de banquillo. Relegado por un jugador de 33 años que, por supuesto, tampoco va a dejar ni un cĂ©ntimo de ganancia. Esa polĂtica, para un club como el Mallorca, es altamente tĂłxica.
Por supuesto que el equipo debe tener varios veteranos en la plantilla. Es imprescindible. Pero siempre que no le cierren el paso a jugadores que suban con proyecciĂłn desde abajo. QuizĂĄs sea pronto para que James o los dos Ăngel sean titulares, pero malgastar el dinero en Salomao, Oscar DĂaz, Ansotegi, SantamarĂa, Colunga o Lekic no es tampoco el camino. Proteger tu propio producto es el Ășnico medio de que el Mallorca sea autosuficiente y no dependa de bolsillos externos. Y para que eso suceda la Ășltima palabra en fichajes no puede tenerla nunca el entrenador.
futboldesdemallorca (T.M.)