El compromiso en el fútbol.

8 mayo 2016 | Por lorenzo | Categoria: Fútbol Regional

FUTBOLTal vez mucha gente ha oído hablar de esta palabra, el compromiso, pero pocos, o muy pocos, saben ya cuál es su verdadero y auténtico significado, más aún a día de hoy y tratándose del mundo del deporte, más aún en un deporte colectivo, como es el fútbol, dónde hoy en día son cada vez más escasos y valiosos las personas que tienen y saben qué es el compromiso.

 

Según la Real Academia Española de la Lengua el compromiso es una “obligación contraída” o una “palabra dada”, y el problema es que en muchos casos un jugador cuando decide jugar a fútbol con un grupo de gente, no sabe que realmente se está comprometiendo con ellos, está dando su palabra de que cumplirá con sus entrenamientos semanales y los partidos que les corresponda jugar.

 

Hoy día está claro que muchas de las personas que juegan a fútbol ya no lo hacen con la misma motivación, sacrifico o compromiso que antaño, sino como un hobby o una “cosa” que está ahí y hago cuando quiero y cuando no, no. Eso es precisamente el contrario al compromiso. En el momento que entro a formar parte de un grupo he de ser consciente que tengo unas ciertas obligaciones que cumplir y adquiero un compromiso con los técnicos y compañeros para que todos, en una relación de simbiosis, nos podamos ayudar los unos a los otros, ofreciendo mayor calidad al grupo y a los entrenamientos, par facilitar las labores de cuerpo técnico y aportar mi granito de arena.

Practicar un deporte, más aún un deporte colectivo como es el fútbol, no es lo mismo que ir al gimnasio, o pasar el rato con los amigos, ni algo que pueda hacer solo cuando quiera, es mucho más que todo eso. En un deporte individual, el que pierde es uno mismo, si deja de entrenar, tendrá peores resultados, si deja de competir pierde única y exclusivamente a nivel individual, en caso del gimnasio, cada uno paga su cuota mensual y lo utiliza en la medida que lo cree más conveniente, si quiere ir, va, si no quiere no va, y el que pierde, es él, aprovechando o no su derecho al uso de as instalaciones y maquinaria.

 

En el fútbol, todo esto es diferente, todo cambia, es un deporte colectivo, un deporte de equipo, y uno ha de saber cuando empieza, que la temporada es larga y dura aproximadamente unos 10 meses, ha de saber que hay que estar en las duras y en las maduras, en las victorias y en las derrotas, cunado un objetivo es más alto o es menor, pero al menos, saber que hay que estar ahí, no solo por él mismo, sinó por los compañeros, por los técnicos, por los delegados, encargados del material… por toda esa gente que también dedica su tiempo libre a ellos.

 

Es bien cierto que es muy escaso el COMPROMISO entre los jugadores de hoy día, hay mucha cosas que están más arriba e sus prioridades diarias, y muchas más opciones de pasar el tiempo libre: marchas, novia, fútbol en la tv, amigos… Esas cosas un jugador tiene que saberlas antes de empezar y dar su palabra con un grupo de gente con quien decide libremente formar parte de él y compartir con ellos un periodo de tiempo que durará hasta que finalice la temporada en cuestión. Si un jugador ya no tiene en su lista de prioridades el fútbol, pasando a ocupar uno de los lugares bajos en su día a día, si uno no está dispuesto a sacrificarse, a ir a entrenar, jugar partidos, no fallar a sus compañeros, ese jugador ya no debe de empezar el curso futbolístico, a la larga, será malo y lo peor, contagioso para el equipo.

 

Me explico, todo es muy fácil y muy bonito cuando las cosas van bien, los resultados acompañan, cuando el día a día es un continuo de situaciones favorables que sonríen al grupo. Hasta ahí todo perfecto, en estas situaciones es difícil ver e identificar los jugadores realmente comprometidos y los que no, ya que el tren de la victoria, a los bueno momentos, todo el mundo se sube.

El jugador que realmente está comprometido es aquél que, no solo en buenos, sino también en los malos momentos está ahí, es aquél que haga frío, llueva, se haya perdido, ganado o empatado, está ahí dispuesto a dar lo mejor de él para el equipo, para sus compañeros y para sus técnicos, con quienes han iniciado un camino, del que nunca se conoce lo fácil o difícil que será, si tendrá espinas o no, pero del que uno debe intentarse quedar y seguir, junto con los demás, para llegar lo más lejos posible en la temporada.

 

A más de uno les sonará la situación de un lunes o un martes, a eso de las 20:00 horas suena el teléfono, o el whatsapp “hoy no voy a entreno, me duele el tobillo, me dieron un golpe en el partido, pero el miércoles (o el jueves) ya creo que sí que estaré bien). Más aún si hablamos de los días de frió, de lluvia, en invierno, o cuando avanza la temporada y la Champions entra en juego con las eliminatorias.

Por desgracia, estas situaciones son cada vez más habituales, y muchas veces obligan a reorganizar un entrenamiento y adaptarlo a uno, dos, tres… jugadores menos, el problema no es solo ese, sino que el trabajo pierde calidad por parte de todos por los que viene no pueden trabajar y los que no vienen no entrenan, saliendo perjudicados todos al tratarse de un deporte de equipo. El comportamiento individual de cada uno no afecta sólo al individuo, sino que de una forma u otra, directa o indirectamente, afectará también al grupo y a su rendimiento.

El problema es que también, seguramente ese mensaje no sea el primero y que el mismo jugador que pone esa excusa ese día, habrá puesto otras diferente otro día “es que estoy cansado del trabajo”, “es que no me encuentro muy bien”, “es que tengo una cena”, “es que estoy de mudanza”… y así una larga lista de “es que…” que so son nada más que excusas. Esos mensajes, esas llamadas a última hora, todo eso no es nada más que un claro síntoma de FALTA DE COMPROMISO.

Misteriosamente, esos jugadores que ponen los excusas, no solo son casi siempre los mismo, sino que además los viernes y días de partido, casualmente, nunca tienen problemas.

Por otra parte, están los jugadores que pase lo que pase están ahí. Llueva, nieve, haya Champions, estén cansados del trabajo, se haya ganado, perdido o empatado, tengan o no un buen día, les haya pasado lo que les haya pasado en su día a día, estén expulsados y no puedan jugar, sean estudiantes o no, están ahí siempre, esos son los jugadores más difíciles de encontrar en fútbol aficionado y los que realmente hay que intentar cuidar y preservar, son JUGADORES COMPROMETIDOS.

 

La falta de compromiso no sería un problema si no fuera porque, como si de un virus se tratara y más allá de los problemas que tiene para los entrenadores y propios compañeros a la hora de poder planificar y trabajar en una sesión de entrenamiento, se extiende, y como cualquier mal vicio o mal hábito, siempre es más fácil de contagiar que no lo contrario. Este mal, la falta de compromiso, es contagioso, y termina afectando a los jugadores que son y han estado desde un principio comprometidos. Y afecta al grupo, a todos, en su funcionamiento y en su día a día. No es poco habitual que en un entrenamiento pueda llegar a haber la mitad de los jugadores, convirtiendo los entrenamientos en poco provechosos, en aburridos, sin aliciente, donde pueda verse cualquier cosa, menos un equipo. Más especialmente en el caso del fútbol, donde aprte de ser un deporte colectivo, intervienen mucho jugadores en él, haciendo aún más difícil el trabajo a los entrenadores y jugadores que sí acuden a los entrenamientos, eso, ese contagio de los jugadores que siempre han venido, acaba por ser el principio del fin de un equipo y su posible destrucción como grupo. Ya no solo fallarán los de siempre, los que ponen excusas, sino que se extiende al resto de los jugadores.

 

Una vez hecha la reflexión, si eres jugador, piensa realmente que no puedes mirar únicamente por ti y tus intereses, que el compromiso y formar parte de un grupo y de un equipo de fútbol va mucho más allá del simple hecho de ir a hacer deporte cuando quiera, sinó que adquieres un compromiso con tus compañeros para estar juntos durante una temporada y debes saber que las cosas puden ir bien o mal, pero que tu comportamiento afectará al grupo siempre, si el fútbol no está dentro de tus prioridades y no vas a cumplir con el compromiso y la exigencia que requieren un deporte de quipo, piénsalo muy bien antes de embarcarte, ya que muchas veces, las cosas no son como las esperas y hay que saber estar en las duras y en las maduras y al igual que tu querrías que tus compañeros estuvieran allí en todo momento, ellos esperan lo mismo de ti para poder trabajar, entrenar, hacer deporte y disfrutar del fútbol, que es lo que uno más debe querer. El fútbol no es un capricho ni algo que puedas coger cuando te interese y tirar cuando no, es mucho más que todo eso, es un COMPROMISO con la gente y con todos los demás no un egoísta pensamiento sobre tus propios intereses.

 

Si eres entrenador, protege y cuida siempre al jugador comprometido, son los más escasos y valiosos, éstos son los que realmente te acompañaran a lo largo de todo el trayecto y siempre van a estar ahí en los bueno y malos momentos, esos con los que sabes que siempre puedes contar. Un buen jugador, un “crack” puede que te saque de un apuro en un partido puntual, pero sin compromiso no pasará de ahí, en cambio, los jugadores comprometidos no te sacarán adelante un partido, van a asacar adelante al equipo, durante toda la competición, así pues, éstos son, o deberían ser, los que realmente cuenten.

TONI LLUIS

 

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