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La decimoséptima derrota del Menorca Talaiòtica Sant Lluís dinamito, por enésima vez, el aguante del técnico Xavi Carreras, que minutos después de caer de forma poco digna ante el Arenys Bàsquet-Joventut, frente a su afición, anunció su dimisión irrevocable al presidente Rosendo Pons.

La falta de conexión con algunos miembros de la plantilla, reflejada en determinadas situaciones durante los partidos, empujó al entrenador mahonés, horas antes de la última cita, a poner su cargo sobre la mesa si la directiva no tomaba decisiones drásticas en función de la actitud de algún jugador. Sin embargo, Carreras decidió no esperar al lunes.

Concluido el partido, reunió en el vestuario a jugadores y cuerpo técnico y les comunicó su decisión. Marchó del pabellón sin hacer declaraciones, previa disculpa, y minutos después, algo más en frío, notificó su intención de desvincularse del proyecto al presidente.

Un par de semanas atrás, el propio Carreras había instado a la directiva, si lo creía conveniente, a relevarle de sus funciones. La dificultad para hallar un sustituto frenó un traspaso de poderes que el preparador precipitó este sábado.

El partido

Era la última ocasión de sumar un triunfo antes de la segunda fase, que con el Arenys habría computado. La primera parte fue disputada, correctamente jugada, con respuesta a las trabas del rival. Buena salida liderada por Fuentes (11-3); recuperación visitante a golpe de triple; nuevo arranque santlluiïser para situar un +10 (34-24) a3:36 del descanso, Artiles mediante, que el rival equilibró antes de alcanzar el vestuario (37-37).

La salida del tercer  acto fue la clásica, negativamente. Falta antideportiva y técnica a Lolo Sánchez, que desencadenó la peor versión del Sant Lluís. Apatía, indolencia y anarquía en un ataque inexistente (3-18). Desconexión global. Carreras tampoco gestionó el estado anímico del grupo con un tiempo muerto. Posiblemente, la decisión ya estaba tomada.

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