Sports De Ca Nostra

Cuesta creer que el Mallorca haya perdido este partido. En el minuto 63, cuando el resultado era 0-1, no había ni el menor indicio que hiciera pensar que el Tenerife pudiera marcar un gol. De hecho, no había ni llegado a puerta. Sin embargo, en solo un minuto le dio la vuelta al marcador con un chutazo de Cristo a la escuadra y un remate de Omar a la espalda de la defensa. Increíble. De verdad que increíble. El acierto individual de un futbolista fue determinante.

El equipo arrancó espléndido y en el minuto dos se adelantó con un golazo de Moutinho, que remató a la red un gran pase desde la izquierda de Oriol. Fue el inicio de una primera parte marcada por un dominio absoluto del Mallorca, al que sólo le faltó la profundidad necesaria para ampliar su ventaja. El Tenerife se vio impotente no ya sólo para crear peligro, sino incluso para llegar al área.

Martí introdujo en el campo en el arranque de la segunda parte al joven delantero de 18 años Cristo, que sería decisivo. Nada sucedió durante mucho rato porque Gálvez blindó el centro del campo con la entrada de Sissoko por Damià, pero a los 18 minutos Cristo tomó un balón en el borde del área, avanzó driblando rivales y soltó un derechazo a la mismísima escuadra de Wellenreuther.

El Mallorca sacó de centro, perdió el balón y, en la jugada siguiente, Cristo metió un pase a la espalda de la defensa para que otro canterano, Omar, batiera de nuevo al portero alemán. No había pasado ni un minuto desde el 1-1.

Con todo perdido el equipo se tiró arriba a zafarrancho y en un disparo de Bianchi dentro del área hubo unas manos clarísimas que el árbitro no pitó. Luego Yuste cabeceó un córner a la cepa del poste y, ya al final, Bianchi ejecutó horroroso una falta peligrosísima en el mismo borde del área. Al final, derrota 2-1 que deja al Mallorca nada menos que a 12 puntos del ascenso directo. Son ya cuatro partidos de diferencia. Un mundo.

T.Maura Futboldesdemallorca