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Tal y como adelanta hoy en exclusiva EL MUNDO, Claassen mandó el pasado día 7 a los acreedores ordinarios del Mallorca una carta firmada de su puño y letra en la que les ofrece liquidar la deuda que mantiene con ellos el club el próximo 30 de diciembre…a cambio de perdonar el 40% de la misma. La oferta, además, tiene fecha de caducidad. Expira en la medianoche del próximo jueves 17 de diciembre.

Me parece un acto mezquino donde los haya. Hay que recordar que los acreedores ordinarios ya se vieron obligados a aceptar una quita del 50% en el año 2012 y a asumir que el dinero lo cobrarían en cinco años. El club es ha liquidado ya la mitad de su deuda y ahora Claassen pretende que encima perdonen otro 40%. Y, sí, Manzano es uno de los afectados, por poner un ejemplo extremo, pero también lo son cientos de trabajadores normales y corrientes que se vieron atrapados en un concurso del que ellos no eran en absoluto responsables. Además, que este acto de ruindad lo cometa alguien que va por ahí presumiendo de que va a haber una ampliación de capital de 21 millones de euros, la más importante de la historia del club, delata que aquí no es oro todo lo que reluce, ni mucho menos.

En cualquiera de los casos, el Mallorca por ley está obligado a acabar de pagar a los acreedores ordinarios en mayo de 2017. El total de la deuda que se acordó con ellos fue de 13 millones de euros. Ya han recibido más o menos la mitad, así que les queda otro tanto igual.

Tomeu maura
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