El padre de un cadete del Almonte condenado a prisión por agresión al colegiado Melo Dominguez

22 octubre 2015 | Por lorenzo | Categoria: Fútbol Regional
INCIDENTESEl padre de un jugador del Almonte cadete, que jugaba ante el Gibraleón, esperó en el descanso en el túnel de vestuarios para agredir al colegiado, que a punto estuvo de perder un testículo y tuvo que retirarse tras 16 años de ejercicio. Estuvo 135 días de baja y tuvo que ser operado. El agresor, que nunca le pidió perdón, denunció a su víctima por agresiones y reconoció en el juicio que su intención era causarle daño.

Este miércoles ha salido la sentencia que condena a seis meses de prisión y 6.000 euros de indemnización al padre de un jugador que el 12 de febrero de 2012, en un partido de cadetes entre el Almonte y el Gibraleón, agredió gravemente a un árbitro, que tras 16 años en ejercicio tuvo que retirarse a causa de las lesiones sufridas. Además de protagonizar los hechos el agresor denunció haber sido víctima, aunque en el juicio reconoció que su intención fue la de provocar daño al colegiado, al que nunca pidió perdón ni dio muestras de arrepentimiento.
Según ha relatado a huelva24.com este árbitro víctima de la agresión, Melo Domínguez, el partido transcurría “tranquilo, sin amonestaciones”, aunque estaba recibiendo insultos por parte de un grupo espectadores, situados en una zona no habilitada, al estar detrás de los banquillos, ubicados en el lado contrario al único graderío del campo de Almonte. El colegiado solicitó al delegado de campo que interviniera para mandar a la grada a este grupo de espectadores cuando se dedicaron a insultar a los jóvenes jugadores del equipo visitante, el Gibraleón, y todos accedieron a cambiar su ubicación excepto el padre de un futbolista del equipo local, el Almonte, que decía que “no se iba, que el árbitro era un chulo y ese era su campo y no le echaba nadie. Avisé de que si no lo hacía suspendería el partido porque no era de recibo que se estuviera insultando a los chicos y nos iríamos todos para casa y cuando entró en razón él me amenazó, diciéndome que me iba a esperar”.
El partido continuó y cuando el colegiado decretó el final del primer tiempo, este sujeto ya condenado le estaba esperando en el túnel de vestuarios al que accedía con los jugadores. “Me lanzó una patada en la zona genital y aunque fue sujetado siguió intentando agredirme, entró en vestuario y cogió una silla para agredirme de nuevo. Tuve que irme al centro de salud y estuve ingresado en el hospital cinco días, me tuvieron que operar y estuve tres días más ingresado. En total estuve 135 días de baja y estuve a punto de perder un testículo”, ha relatado.
Melo Domínguez ha señalado que mientras estuvo en el hospital la Guardia Civil se personó para preguntarle si iba a denunciar y su intención era hacerlo en cuanto se hubiera restablecido, pero el agresor se le adelantó y le denunció a él por una supuesta agresión. “Yo tenía todos los informes médicos que probaban la agresión y expliqué en el juicio cómo sucedió todo. Él reconoció en su declaración que su intención al ir al vestuario era la de agredirme y lo justificó diciendo que todos los árbitros que iban por Almonte siempre iban buscando liarla”, ha recordado.
“A las preguntas del fiscal empezó a discutir y el juez le llamó la atención y pegó voces a las preguntas de mi abogado y el juez le llamó al orden de nuevo y lo expulsó de la sala porque durante mi declaración volvió a protestar”, ha indicado el colegiado, que con la sentencia de hoy sale absuelto de todo cargo, mientras que el agresor es condenado 6 meses de prisión y 6.000 euros de indemnización. La condena que se pedía era de dos años y medio de cárcel y casi 10.000 euros.
“Estoy satisfecho en cuanto a que he salido absuelto. Era una total injusticia en que encima de que me había agredido tuviera que ir como imputado En el tema económico esperábamos algo más, sobre todo por la gravedad de las lesiones y los días de baja, lo provocó que tuviera que retirarme del arbitraje por recomendación médica”, ha expuesto Melo Domínguez, que a las secuelas físicas suma las psicológicas por tener que dejar el ejercicio de su pasión tras 16 años arbitrando y alcanzar la Regional Preferente.
Ha lamentado que “era el primer incidente que tenía en este tiempo y salió bastante mal. Tras tantos años esto forma parte de tu vida y es duro dejarlo, pero qué le vamos a hacer”. Continúa ligado al fútbol como parte cuerpo de informadores del Colegio de Árbitros. Su misión ahora es acudir a los terrenos de juego a ver cómo lo hacen otros compañeros para valorarlos de cara a ascensos de categoría y corregir fallos.
FUENTE: HUELVA24.COM

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