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El Girona, con diez futbolistas, cerró la temporada en Son Moix con un triunfo que le acerca a Primera División y que despide a un patético Mallorca que, de nuevo, fue incapaz de dar un paso al frente. La temporada, pase lo que pase en Miranda la próxima semana, será incluso peor que la pasada porque el equipo ya no puede ni siquiera sumar los mismos puntos que hace un año. Lamentable,

El Mallorca, con Xisco muy tocado físicamente, tuvo sus mejores opciones en la primera parte con dos claras ocasiones de Bigas y de Brandon, la primera en una vaselina que salió a un palmo del travesaño, y la segunda en un disparo a bocajarro del delantero del filial que detuvo con mucha seguridad Becerra. Tras el descanso poco a poco fue imponiéndose el Girona, aunque sin llegadas demasiado claras salvo en un zurdazo de Juncà que se fue fuera de milagro.

A los 73 minutos el Girona se quedó con diez futbolistas por doble amonestación de Carles Mas, lo que pareció cortar de raíz las aspiraciones catalanas de lograr el triunfo, pero poco después, en una acción entre Mata y Sandaza, el delantero se aprovechó de la debilidad en el marcaje de Joao y de la salida precipitada de Miño para rematar mordido a fondo de la portería y darle la victoria a su equipo.

Martí se despidió tras convertirse en el primer jugador en la histora del Mallorca que disputa un partido oficial con 40 años cumplidos, y la grada al final expresó su descontento por otra temporada triste y lamentable. Son ya tres años consecutivos de malas noticias. El próximo será el del Centenario. Ojalá que vuelvan tiempos mejores, aunque la verdad es que no me siento demasiado optimista.
Tomeumaura -Futboldesdemallorca