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El técnico del Mallorca recurre a su experiencia como jugador y acusa a los futbolistas de no seguir sus instrucciones en Sabadell: «Teníamos que atacar y no se hizo» – Culpa a la prensa de manipular las críticas de Joao y Xisco a las rotaciones

Miquel Soler reflejó ayer en una tensa rueda de prensa su actual estado de ánimo mejor que después de cualquier partido. Se explayó en la mayoría de sus respuestas y se movió entre el hastío y la indignación cuando se le preguntó por las críticas a las rotaciones efectuadas por Joao Víctor y Xisco Jiménez el día anterior.

Pese a que ambos jugadores, a los pocos minutos de empezar el entrenamiento, fueron a dar explicaciones a su entrenador sobre sus declaraciones, reflejadas en todos los medios de comunicación, Soler adoptó una postura que no va con su persona. «No las he leído (las declaraciones de Joao y Xisco). ¿Qué dijeron?», preguntó, para sorpresa de todos los presentes en la sala de prensa. Tras escuchar lo que ya sabía desde el día anterior –a Soler, que ya en sus tiempos de jugador fue un futbolista atípico por huir de los tópicos, no se le escapa nada–, dijo, dirigiéndose a los periodistas: «No dejes que la verdad me estropee una buena noticia». Y, a continuación, acusó a la prensa de manipular: «Los jugadores me han dicho que las respuestas son más largas, y vosotros las habéis cortado. Me han explicado lo que dijeron, pero no me quita el sueño. La cuestión es que en Sabadell teníamos que atacar y no se hizo».

«Cualquiera que sea entrenador, que sepa, y le preguntas qué relación tiene con el sistema el hecho de esperar al rival en tu campo, no tiene nada que ver. Comprendería estas declaraciones si en la primera parte (ante el Sabadell) hubiéramos hecho lo que dijimos, presionar en su campo, y el equipo no lo hizo. Yo he sido futbolista, y el entrenador dice una cosa y el jugador busca excusas para seguir fallando», añadió. «No es un problema de sistema, yo asumo mi parte de culpa. Tras el gol lo mejoramos un poco y el Sabadell dejó de ser el Sabadell».

Soler hizo referencia, sin nombrarlo, a la etapa de Karpin en el banquillo del Mallorca. «La mentalidad de este equipo era esperar al rival. Intento cambiar esto, pero no es fácil. Pero si en Sabadell hubiéramos hecho lo que dije, hubiese ido mejor. Yo tengo muy claro lo que preparé y en la segunda parte estuvimos en el campo del rival».

En relación a las tan manidas rotaciones, que tanto han dado que hablar, el técnico catalán insiste en conceder minutos al mayor número de futbolistas. «Si soy titular digo que no me gustan las rotaciones», dijo, respondiendo de alguna manera a las palabras de Joao y Xisco, dos fijos en el once de Soler. «Si no hay rotaciones metes a jugadores que no tienen ritmo de partido. Y a lo mejor no me acaban la media parte».

No le gustó cuando le comentaron que en su día justificó la suplencia de Riera porque estaba falto de ritmo y en la Nova Creu Alta concedió la titularidad a Martí, recién recuperado de una lesión de cuatro meses. «Yo veo los entrenamientos», respondió, molesto. «Riera estuvo a punto de no acabar el partido. Esto no lo sabéis. ¿Tan difícil es entender que no está para jugar más de 45 minutos? A lo mejor no está para Lugo. No hago un equipo para que un jugador se retire en la primera parte», subrayó.

Soler, que no cree que el equipo pueda caer en la relajación por la falta de objetivos –está a nuevo puntos de la promoción y a nueve del descenso–, defendió el partido de Joao en el centro de la defensa el pasado domingo y no descartó que, ante la obligada ausencia de Agus por sanción, pueda repetir en Lugo. Del rival del sábado destacó que «sólo dos equipos han ganado allí» y dio por seguro que para ganar «tendremos que marcar porque golean con facilidad».

Del mes y medio que lleva al frente del equipo dijo que «se han mejorado cosas. Hemos controlado los partidos ante Osasuna, Zaragoza, Barcelona B y Llagostera, y la segunda parte en Sabadell. No es fácil cambiar la mentalidad».
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