El Derecho al error…….

18 diciembre 2014 | Por lorenzo | Categoria:

ImageProxyVaya por delante el contexto, por si ayuda en cuanto a la lectura: A mi me gusta Abdón Prats. Me gusta su actitud, su fortaleza y su valentía. No son condiciones que por si mismas conviertan a alguien en un crack mundial, pero son características que se echan en falta cuando no están presentes. Me gusta como revulsivo, para disputar unos cuanto minutos de brega y esfuerzo, tocar diana y pegarse con los centrales rivales. Porque eso lo hace muy bien, y en Segunda juega igual que lo hacía en Segunda B y Tercera. Lleva dos goles en la temporada de su debut con el primer equipo, que no son moco de pavo. Y ya veremos si en un par de años ha acumulado suficiente experiencia como para ser algo más.

El domingo pasado se marchó silbado Son Moix. No fue para menos, aunque no viese apropiada la música de viento: Falló cuatro ocasiones de gol en un partido en el que el Mallorca, aún lejos de ser brillante, mereció ganar. Lo hizo mal, rematadamente mal, al menos en esa acción. Sin embargo, sigo creyendo que no fue justo que se marchase silbado. Por decirlo de otro modo, no veo justo que el más alto nivel de crítica, que para mí es que te silbe tu propia afición, deba ganarselo uno sólo porque la pelota no entra. Aunque sea cuatro veces en un partido.

“Le pagan para meter goles”, me dijo alguien en twitter. No oiga, yo opino que le pagan para que entrene lo mejor posible, para que se centre en su trabajo y se esfuerce en llevarlo a cabo lo mejor posible. Yo creo que de eso, esfuerzo, a Abdón le sobra. Y justamente, eso es lo que llevó a Prats a ser titular contra el Alcorcón, el tener lo que precisamente no tiene Scepovic. El problema es que el esfuerzo no es sinónimo de acierto, y uno se puede equivocar por mucho que se concentre en hacerlo bien. Ojo, que yo fui el primero que se acordó de la señora Bastidas (que la pobre no tiene culpa de nada) y de todo su linaje mientras su hijo fallaba lo infallable ante la meta rival. Pero una cosa es que lo sienta y piense, y otra es que lo utilice como un ataque o una recriminación. Y poco tengo que recriminarle a Abdón, quien por otra parte se fabricó él sólo dos de esas cuatro oportunidades robando un balón que dudo que hubiese perseguido Scepovic.

Otra discusión es la de su calidad, la cual yo también opino que es muy justita. De eso no tiene culpa el propio Abdón, que ha llegado a base de esfuerzo hasta donde está y juega cuando le hacen jugar. Si la planificación debería haberse hecho de manera diferente es una discusión a la que se le puede sacar mucha punta, pero ajena a la figura del silbado Abdón. En cualquier caso, ese es un viejo debate en Son Moix, ya que la calidad también se le ha discutido a otros canteranos como Víctor o Nsue, ambos también silbados allá por el polígono de Can Valero. Y es que todos queremos que broten Marco Asensios de Son Bibiloni, pero esas son estrellas fugaces que difícilmente veremos muchas veces en la vida.

Curiosamente, a los silbidos a Abdón le sucedieron los aplausos al debutante Cedric, quien marró una ocasión tan clara como las del de Artá. Que se vaya con cuidado, visto que a Abdón apenas se le han dado 13 partidos de margen (justamente, su único bagaje con el primer equipo).
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