«Jamás he visto que la Federación Balear quiera desarrollar bien el voleibol fuera de Mallorca»

26 septiembre 2014 | Por lorenzo | Categoria: Polideportivo

3401Toni Gino Corona (Luis Beltrán, Argentina, 1962) es uno de los artífices del éxito del Ushuaïa Ibiza Voley, que desde su aparición en la Superliga masculina de vóley en la campaña 2012–13 se ha ido consolidando como uno de los equipos destacados de la categoría. Trabajador incansable, ama el voleibol y su pasión se la ha conseguido trasladar a un club que, desde la modestia, ha dado pasos de gigante. Gino repasa en esta entrevista los aspectos deportivos, con el inicio de Liga dentro de poco más de dos semanas, y los extradeportivos, como la relación con la Federación Balear de Voleibol o los atrasos en el cobro de las ayudas del Govern.

—Quedan poco más de dos semanas para el inicio de la Superliga, ¿qué sensaciones le está dejando su equipo en los entrenamientos y tras los partidos con el Benfica en Portugal?
—Se nota la ilusión que tiene el grupo de jugadores en el trabajo y se les ve entusiasmados. La salida a Lisboa, para jugar dos amistosos, fue muy buena y valiosa, pero nos está costando darle continuidad. De hecho, este fin de semana no tenemos ningún encuentro. Estas cosas se valoran más cuando les puedes dar continuidad. En los dos partidos en Portugal, uno fue cuando llegamos, con el cansancio encima y con la plantilla por regular (se saldó con derrota ibicenca por 4-0). En el otro tuvimos ratos muy buenos y volvimos a ver al equipo competitivo de los últimos años. Esto te anima a seguir trabajando.

—¿Hay noticias de algún amistoso más?
—Alguna, pero concretas todavía no. Estamos tratando de traer a los equipos de Mallorca que ascendieron a Primera Nacional, Manacor y Esporles. No siempre tienes que jugar con conjuntos de tu categoría. También es bueno enfrentarse a otras escuadras. Es cuestión de rodar.

—¿Qué se puede esperar del Ushuaïa Ibiza Voley en su tercera campaña consecutiva en la élite del voleibol masculino?
—Tenemos que continuar con el mismo deseo competitivo de los últimos años. Dependerá del acoplamiento de la gente nueva, de la profundidad de plantilla y de que nos respete el estado de forma de los jugadores [por las lesiones]. Hay integrantes del plantel que, por motivos laborales, no pueden completar las dobles sesiones físicas que serían convenientes para estar en un estado óptimo de forma. También dependerá de cómo se hayan reforzado los rivales. Por lo visto, Soria va a ser un contrincante fuerte, como lo era dos años atrás; un equipo como Andorra que ha fichado mucho y bien; los de siempre, Teruel y Almería. Los nuevos [Textil Santanderina y Cáceres] parece que también han incorporado gente; y Cajasol Sevilla también se han reforzado. Es todo una incógnita, pero esperamos tener mucha entrega para ofrecer un gran rendimiento.

—De Andorra se dice que ha confeccionado una plantilla tan potente como para ser campeón de la Superliga.
—¿Por qué no? Se ha profesionalizado al completo la plantilla y, por lo tanto, es un equipo que tiene visos de competir para ganar el campeonato liguero.

—¿Repetir el éxito del curso pasado, con un segundo puesto en la Copa del Rey y la clasificación para el play-off por el título, es algo imposible para ustedes?
—No, nada es imposible. Nosotros cada año incorporamos gente nueva por la que se marcha. Hasta ahora no hemos podido reforzar lo que teníamos. Nunca se descarta nada. Espero que el público esté preparado para cualquier cosa, siempre que el equipo tenga un buen rendimiento. Con lo que tenemos, igual nos da para estar peleando por estar arriba o solo nos alcanza para salvar la categoría y tenemos que dar gracias. Es todo una incógnita.

—¿Son ya un equipo importante dentro de la categoría?
—No lo sé. Nuestra ilusión es seguir siendo los animadores de la Superliga. Si no ganas y no estás arriba, eres cualquier cosa. Si animas la competición, fenómeno. Todo depende de los resultados y la memoria es muy corta en estas cosas.

—¿Qué le está reportando al voleibol ibicenco el tener un equipo en la máxima categoría?
—A veces me cuesta contestar esta pregunta porque los toros hay que verlos desde la barrera también, pero yo estoy metido en el ruedo. No sabría responderla muy bien. Supongo que le reportará algo a los que nos vienen a ver y siempre nos apoyan
.
—¿Pero por qué no se ha aprovechado esta etapa para desarrollar al máximo las competiciones de categorías inferiores en Ibiza?
—Porque pasan un montón de cosas: hay poca población, mucha oferta deportiva, el voleibol ocupa un estatus muy malo y las federaciones de voleibol tampoco son de lo mejor. También cuesta desarrollar a entrenadores cualificados.

—Ha citado a las federaciones, ¿cómo es la relación con la de Balears?
—No existe. Nosotros no pertenecemos a Balears. Somos la República Independiente de Ibiza. Tenemos un problema geográfico y de impedimentos económicos que todo el mundo conoce. ¿Cómo es posible que yo pague 20 euros para ir a Barcelona y 100 para viajar a Mallorca? No tiene sentido. En Mallorca hay mucha competición de base y tienen los medios al alcance. Las ayudas y los beneficios de organismos institucionales llegan directamente a lugares de esa isla. Aquí estamos lejos y muchas veces más cerca de la Península que de Mallorca mismo.

—¿Por qué ese ostracismo?
—No lo sé, pero es lo que se respira, lo que vives y lo que se palpa. Por poner un ejemplo: para nosotros debería ser más fácil competir en pretemporada con equipos de nuestra de comunidad, pero no es así. En otro sitio, cualquiera estaría deseando jugar con nosotros por ser el representante de la Superliga. Pero a los mallorquines les resulta más cómodo traer a conjuntos de fuera que contar con nosotros. Aunque no nos van a tumbar fácilmente porque somos muy cabezotas. Seguiremos tratando de demostrar que no necesitamos nada de ellos.

—¿Cómo es la relación con los clubes de Menorca?
—Tampoco existe. Porque Menorca y nosotros tenemos una realidad parecida. Imagínate, si nos cuesta ir a Mallorca, ¿cuánto nos supondría para Menorca?. A nivel de competición oficial, hay una Liga balear que está subvencionada por el Govern y está bien.

Posiblemente este año tengamos un equipo masculino y otro femenino en ella. Pero a partir de ahí, desde que estoy en este deporte, y son ya varios años, jamás he visto que la Federación Balear quiera desarrollar bien el voleibol fuera de Mallorca. Igual allí hacen lo mismo, pero es diferente porque en esa isla posiblemente no necesiten tantos esfuerzos como en Ibiza.

—Volvamos a lo deportivo. ¿Qué pueden aportar los nuevos fichajes: Pablo Dus, José María Giménez y Elvis de Oliveira?
—A Elvis aún no lo hemos visto aún, aunque sabemos que es un chico que ha funcionado en otros equipos. En el caso de Dus, y sobre todo de Giménez, nos pueden aportar juventud, energía e ilusión. A partir de ahí, si hay esfuerzo y ganas de trabajar se pueden lograr cosas.

—Se ha dicho que en el equipo se ha producido un relevo generacional importante tras la marcha de algunos jugadores míticos. ¿Cuál va a ser el papel de los canteranos?
—Ahí estamos en un punto de inflexión. Los chicos que suben de la cantera son muy jóvenes y tendrán que dar un plus más de esfuerzo y compromiso. Pero con cierta dificultad añadida por los estudios que cursan, cuyos horarios no son a veces compatibles con la práctica del voleibol. Los de siempre tienen la misma ilusión y más experiencia que nunca, pero también es verdad que son gente que tienen sus compromisos familiares y laborales. Hay que ver cómo se amalgama todo esto: la gente que ya estaba, los fichajes y los que suben del filial.

—¿Funcionará la mezcla?
—Creo que cuajará. Puede que nos lleve un poco más de tiempo o que desde el principio nos sintamos muy a gusto. Si miramos el primer partido ante el Benfica, pensaríamos que nos falta un montón. Si tomamos como referencia el segundo, pensaríamos que no estamos tan mal.

—¿Cree que en estas dos últimas temporadas el público les ha respaldado lo suficiente?
—Pienso que sí. La gente del voley, sea mucha, poca o suficiente, ha respondido bien. Un ejemplo es la asistencia a nuestros partidos. Si la comparamos con la que hay en los campos de la Tercera División de fútbol, podemos decir que viene un montón de gente a vernos. En este deporte, que no está arraigado en la sociedad española, nos podemos dar por satisfechos. Tenemos una fidelidad tremenda por parte de nuestros seguidores.

—¿Por qué decidió seguir involucrado en el proyecto del CV Ibiza? Porque hubo momentos en los que se dudó de su continuidad en el puesto de entrenador del primer equipo.
—La idea me pasó por la cabeza. La máxima competición castiga mucho y es bastante incompatible con la vida cotidiana. Por un momento de felicidad que tienes, hay tres o cuatro de complicaciones. Pero al final, uno tiene claro que esta es la vida que quiere llevar, al menos de momento. Vamos a ver si podemos continuar con la misma ilusión de siempre. Esto lo hago mal, pero otras cosas las haría mucho peor.

—Le ha tocado ser entrenador de Superliga en una etapa en la que la competición no es completamente profesional. ¿Le da envidia?
—Una poquita sí. Pero si vives en la envidia permanente no estaríamos aquí. En el club siempre hemos sabido el equipo que somos y lo que necesitábamos para llegar a donde estamos ahora. Si vives en la queja, no llegas. Y si vives en la admiración, pierdes siempre.

Entonces, hay que saber equilibrar las cosas: ¿Qué podemos hacer partiendo de la base de lo que somos? En eso estamos.

—¿Cuesta mucho mantenerse en la Superliga?
—Todo esto cuesta tanto que no quieres regalarlo. Creo que lo que necesitamos es mucho más fácil de conseguir que si tuviésemos que empezar de cero. Hasta ahora hemos hecho el camino más rocoso y más espinoso para llegar aquí. Estamos en una isla en la que no faltan los recursos económicos, pero hay que ver cómo los podemos conseguir de forma más sencilla sin que nadie crea que le estás robando.

 

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