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Miquel Àngel Nadal quedó ayer seriamente tocado después de que Dudu Aouate, con los votos de Serra Ferrer y Biel Cerdà, consumara la destitución de su cuerpo técnico de confianza. El manacorí medita dimitir de su cargo de director deportivo después de la evidente desautorización sufrida, pero no tomará una decisión hasta cerciorarse de que los técnicos despedidos ayer cobran por el trabajo que han realizado.

Al no tener todavía los contratos firmados, el manacorí quiere asegurarse de que el Mallorca les paga lo que les corresponde por el mes largo en el que han desarrollado sus funciones. No hay documentos firmados, pero sí unas cantidades pactadas desde hace tiempo.

Es un enigma lo que hará después el director deportivo, pero las duras declaraciones ayer de su hermano, Toni, y de su sobrino, Rafel, han abierto una brecha entre el manacorí y el manager general que difícilmente se cerrará. «Aouate debe ser de la misma calaña que el de sa Pobla. El Mallorca no se merece estar en esas manos», dijo Toni Nadal en referencia a Serra Ferrer. «No voy a entrar en este tipo de opiniones.
Respeto a Toni. Las decisiones son duras y difíciles. Al final los resultados me darán o quitarán razones», respondió Aouate.
El tenista, por su parte, lleva dos días criticando la inestabilidad que sufre la planta noble del club.

Nadal comunicó el lunes a Aouate su oposición a destituir al cuerpo técnico de Miquel Soler, pero al final se impuso el criterio del israelí, que desde su cargo de manager general se sitúa en el organigrama por encima del manacorí. «Nadal es una persona a la que valoro mucho, la respeto. Pero tengo que tomar esta decisión porque tengo en la cabeza lo que quiero hacer», subrayó el exguardameta.

Todo apunta a que Aouate y su equipo –todavía anónimos– tomarán la iniciativa a la hora de firmar altas y bajas, lo que supondrá un golpe definitivo para Nadal, si es que todavía sigue en el cargo.

De momento el israelí no tiene intención de despedir al manacorí. De puertas hacia afuera le respalda, pero lo cierto es que desde ayer ambos mantienen un pulso. En caso de quedarse, será complicado que el manacorí encuentre un encaje en el proyecto que ya está en marcha.

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