Sports De Ca Nostra

Dejadme emplear una expresión inglesa cuya traducción más precisa sería “lo que hay más allá” (literalmente “lo que yace debajo”) para analizar lo que supone la llegada de Valery Karpin al Mallorca, si es que finalmente se produce (hay un Consejo de Administración convocado para esta noche, pero estando Biel Cerdà de por medio todo puede suceder).

¿Por qué Karpin? ¿Por qué un entrenador sin ninguna experiencia en España, que tan sólo ha dirigido en su carrera al Spartak de Moscú y que además fue en su día uno de los grandes demonios del mallorquinismo? Nada es casual. Ya os dije en su día que tras la cortina de Aouate hay mucho, mucho dinero, y que pronto se revelará la relación que existe con Roman Abramovich que, curiosidades de la vida, también es ruso, como Karpin.

La primera lectura del fichaje de Karpin demuestra que, en contra de lo que creen los neuróticos de siempre, Serra Ferrer no está detrás de Aouate en esta operación. Resulta poco creíble pensar que Serra haya ido a pensar precisamente en el ex-jugador de la Real Sociedad para liderar el proyecto de la próxima temporada. De hecho, tampoco es fácil extraer alguna relación entre Karpin y el propio Aouate, porque ni coincidieron en su etapa como jugadores ni se conoce vínculo alguno entre ellos.

Karpin es la punta del iceberg de un fondo inversor formado por ingleses, rusos e israelíes. Un fondo inversor con muchos futbolistas, con mucho dinero y con ganas de controlar un equipo en España. En 1995 Antonio Asensio adquirió indirectamente seis clubes de fútbol. El Mallorca fue uno de ellos. En 2014 volvemos a ser la probeta desde la que se ensaya otra forma de entender este deporte. Por lo que yo sé, por lo poco que yo sé, es una magnífica noticia para el Mallorca aunque suponga, de entrada, aceptar la injusticia que previsiblemente se cometerá con Miquel Soler esta noche, si es que finalmente se confirma su relevo, que todo hace pensar que sí, pero…

Sin duda habrá tiempo suficiente para juzgar si este proyecto es o no sólido y, sobre todo, si es o no positivo para el Mallorca que es, a fin de cuentas, lo único que interesa porque es lo que queda y lo que hay que proteger por encima de todo. Personalmente me duele en el alma -y lo digo con el corazón en la mano- que se tengan que ir Soler y Nadal, y albergo la esperanza de que durante la jornada de este martes se llegue a algún tipo de acuerdo que les permita a ambos seguir en sus respectivos cargos, porque creo que se lo han ganado con su trabajo y con su comportamiento, pero si no puede ser, si el grupo que llega quiere imponer su propio equipo, algo que me parece lógico, habrá que darle un margen de confianza. De momento, sólo con perder de vista a Biel Cerdà la operación ya habrá valido la pena. Sobre todo si su sustituto es, como parece, una leyenda del mallorquinismo como es José Carlos Nunes. Pasar de Cerdà a Nunes es pasar de la oscuridad a la más resplandeciente de las luces. Y eso, de por sí, ya es una magnífica noticia.
futboldesdemallorca.com