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Hoy es día uno de julio. No es un día cualquiera. Hoy deja de tener vigencia el pacto de sindicación que en 2010 firmaron Llorenç Serra Ferrer, Jaume Cladera y Pedro Terrasa en virtud del cual ninguno de estos tres personajes podía vender su paquete de acciones sin antes comunicárselo a los otros dos. Asimismo, también estaban obligados a informar sobre la compra de más títulos del club, y ahí está el quid de la cuestión porque el entorno de Serra Ferrer da por hecho que las acciones que Terrasa le compró a Javier Tebas son en realidad de Utz Claassen, por lo que el ex-director general habría incumplido el pacto de sindicación.

A partir de hoy tanto Terrasa como Cerdà tienen libertad para operar con sus acciones como consideren oportuno, pero deben notificarlo al Consejo. Eso, siempre que quieran hacerlo público, porque si fuera cierto que Claassen es dueño de las acciones de Tebas, podría seguir manteniéndolo en secreto porque en realidad no tiene necesidad de airearlo. Incluso podría fingir que ha comprado el paquete hoy mismo, y no habría forma de demostrarlo.

Para el funcionamiento del club en realidad da igual de quién sean las acciones de Terrasa -al que dicen las malas lenguas que Claassen prohíbe asistir a los Consejos-. La realidad es que el club está manejado ahora mismo por Cerdà y por el alemán, sin que Serra Ferrer tenga el menor poder de decisión sobre nada, ni a nivel deportivo ni a nivel económico. En este escenario, lo más probable es que hoy Miquel Angel Nadal se convierta oficialmente en el nuevo entrenador del equipo, aunque primero hay que resolver cuál será la dotación que recibirá el área deportiva. Cerdà propuso destinar 3,5 millones para todos los equipos y gastar 5 en la infraestructura del club, que comprende las empresas que ha subcontratado, así como el dinero mensual que destina a pagar a dos medios de comunicación que, curiosamente, son los únicos que no le critican.
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