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Llorenç Serra Ferrer emitió ayer un comunicado desmintiendo que entorpezca la venta de las acciones de Biel Cerdà a Dudu Aouate, tal como afirmó el presidente el domingo a través de otro escrito. Asimismo, garantizó que realizará «una venta clara y definitiva» al grupo del israelí, respondiendo así al pollencí, que acusó al pobler de orquestar «una venta ficticia» de sus acciones.

Serra Ferrer auguró que Cerdà venderá sus acciones «a partir del 1 de julio» y anunció que ha trasladado al juzgado su petición de que se declare nulo su pacto de sindicación con el pollencí, «así como otras pretensiones, vía demanda reconvencional». «Pretensiones estas que se mantienen y se mantendrán sean cuales sean los cambios que se produzcan en el accionariado del Mallorca».

Asimismo, el máximo accionista informó de que, en su nombre y en el de su sociedad Wizard S.L, hará «todo cuanto esté en su mano para la viabilidad» del club. «Viabilidad que en estos momentos consideramos pasa por la entrada de un grupo que ostente una mayoría clara y suficiente en el accionariado».

En este sentido, reiteró que no pondrá «ningún obstáculo» a la venta de Cerdà a Dudu Aouate, al tiempo que garantizó «una venta clara y definitiva» de sus propios títulos al israelí.

Finalmente, aseguró que con su comunicado Cerdà buscaba crear «nuevas presiones» para «enfrentar» a la afición con él mismo.

Una reclamación de doce millones
Sin embargo, Biel Cerdà no está dispuesto a retirar las denuncias por una supuesta vulneración del acuerdo de sindicación. El presidente entiende que el pobler ha ido por libre en varios consejos y ha registrado hasta cuatro demandas contra el que fuera su amigo, la última de ellas el pasado mes de abril. Tal como desveló el propio Serra, el pollencí le reclama doce millones de euros. La cantidad es de 1,5 millones de euros por cada demanda, pero la cifra se dobla hasta los tres millones porque en los casos denunciados Serra utilizó dos votos, los correspondientes a sus sociedades Wizard y Glofootman.

Son varias las ocasiones en las que Cerdà entiende que el pobler ha ido por libre. Como cuando votó a favor de nombrar apoderados a Tolo Martorell y Miguel Blum, mientras que el presidente se opuso. También emitieron un voto diferente cuando se debatió el nombramiento del germano como director general, o en la designación de Toni Prats como director deportivo. www.diariodemallorca.es