1-2. ¿El partido que lo cambia todo?

24 marzo 2014 | Por lorenzo | Categoria: Real Mallorca

a49997f0847f52b612b418155ce5b4a3_LNo hay nada más maravilloso que el fútbol, capaz de transformar una lágrima en una sonrisa en un abrir y cerrar de ojos. Hoy el Mallorca no ha merecido ganar. Diría incluso que la derrota tampoco hubiera sido injusta. Sin embargo toda la mala suerte que había sufrido en otros partidos se le ha vuelto a favor y ha arrancado de Valdevebas una victoria que puede ser decisiva en esta Liga, después de 90 minutos que lo tuvieron todo, incluso una parada milagrosa de Miño en el lanzamiento de un penalty en tiempo de prolongación.Vaya por delante que el rival era dificilísimo. El Real Madrid Castilla es estadísticamente el mejor equipo de la segunda vuelta, y eso se notó en la actitud de los jugadores del Mallorca, que le tuvieron demasiado respeto incluso cuando se quedaron con un futbolista más sobre el campo después de que el árbitro expulsara al brasileño William por un codazo a Agus. Pese a la ventaja numérica los de Carreras carecieron de fe para ir a buscar el partido y su rival, a la contra, fue quien más peligro creó en la primera parte.

Tras el descanso, muy pronto, marcó el Mallorca en un pase de N’Sue que remató a la red Gerard, pero el árbitro lo anuló a instancias de su asistente por un fuera de juego milimétrico. Instantes después, como suele suceder en el fútbol, fue el Real Madrid B el que le dio la vuelta a la tortilla al aprovechar un rechace del palo. 1-0 y toda la pinta de un nuevo desastre. Y esta vez, puede que definitivo.

Sin embargo lo cierto es que recibir el gol en contra fue lo mejor que puso pasarle al Mallorca. Obligado a titar hacia adelante, el equipo cambió de actitud, y aunque no creó ocasiones de gol, al menos sí ganó metros de ventaja. Pero pese a ello no llevaba peligro real hasta que en un centro de Marco Asensio el portero Pacheco despejó mal y el rechace de Geijo le cayó a Hemed, que bajo la línea de gol y en posible fuera de juego marcó el gol del empate.

El 1-1 noqueó al filial blanco y poco después, tras un saque de esquina, Thomas se sacó desde el borde del área un disparo en rosca maravilloso que se alojó en la escuadra de Pacheco. El 1-2 que parecía sentenciar el partido, aunque todavía hubo tiempo de que el árbitro se inventara un penalty de Kevin. Desde los once metros, tal y como ya ha sucedido en cuatro ocasiones esta temporada, Rubén Miño estuvo espectacular y salvó dos puntos vitales para el equipo, que de este modo da un salto importante que puede ser aún mayor si el sábado próximo vence en Palma al Recreativo. (Tomeumaura)

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