El Mallorca no tiene un plan de viabilidad para sobrevivir otro año en Segunda

20 marzo 2014 | Por lorenzo | Categoria: Real Mallorca

 El Real Mallorca arrancó la temporada con el claro objetivo de ascender a Primera División. Se diseñó la plantilla más cara de la categoría para subir en el primer intento y abandonar la categoría de Plata por la vía rápida. Ningún directivo quiso imaginar un escenario distinto, pero los futbolistas no han respondido y ahora que el ascenso se ha convertido en una meta muy improbable no hay un plan de viabilidad para permanecer al menos una temporada más en Segunda División.

La pésima temporada del grupo bermellón ha pillado a contrapié a la directiva en general y a Llorenç Serra Ferrer en particular. Antes de que arrancara el curso el máximo accionista estaba convencido de que su Mallorca 2013/14 volvería a la elite sin pasar demasiados apuros. Asumió su error al dejar el barco en manos de José Luis Oltra. Y al reforzar a la plantilla con cuatro incorporaciones. Pero ni el relevo en el banquillo ni los fichajes invernales han modificado el panorama.

Un segundo año en la categoría de Plata es sinónimo de ruina para un Mallorca con severas obligaciones de pago por el concurso de acreedores y que además ya no dispondrá de la ayuda que da la Liga de Fútbol Profesional a los equipos recién descendidos. Para completar este negro horizonte económico, son contados los futbolistas por los que se podría hacer caja en caso de traspaso.

Fuentes del club consultadas por este diario aseguran que en un hipotético segundo curso en la categoría de Plata el presupuesto deberá reducirse al menos en un tercio del actual. Es decir, habrá que pasar de 22 millones de euros a algo más de siete. Cifra que obligaría a reducir notablemente salarios de futbolistas y poner en el escaparate a los más costosos.

El verdadero problema es que a partir de junio no habrá demasiados bermellones a los que poner el cartel de ´se vende´ en caso de necesidad. Seis de los once bermellones que se alinearon de inicio el pasado domingo en La Romareda finalizan su relación contractual con el Mallorca al acabar la temporada. Una semana antes, ante el Barcelona B, la cifra se elevó a siete.

Toni Prats, director deportivo interino, finaliza contrato en junio, cuando precisamente los clubes pisan el acelerador para planificar la siguiente temporada. A día de hoy la entidad balear no ha cerrado ninguna renovación y, con toda probabilidad, no lo hará hasta saber si el Mallorca jugará en Segunda o en Primera.

La guerra institucional impide la confección de un plan de contingencia en caso de seguir en Segunda División. La parálisis es total y los accionistas siguen agarrados a la esperanza de un ascenso este mismo curso, por muy improbable que parezca.
Solo la Primera y los millonarios ingresos por los derechos de televisión garantizarán la estabilidad económica. La permanencia en Segunda dejaría un agujero económico muy difícil de rellenar. (Diariodemallorca)

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