Carta abierta de Salvador Fornes

14 febrero 2014 | Por lorenzo | Categoria: Arbitros

imagesAdjuntamos articulo de opinión que hemos recibido en la web de Sportsdecanostra.com referente a la carta abierta de Salvador Fornes al «presunto» agresor de un arbitro en Manacor.

 

La carta, es una opinión respetable y cada uno expresa sus opiniones así como cree conveniente; un artículo de Allan R. Moreira G, nos habla de los límetes de la libertad de expresión.

Lo adjunto a continuación:

El artículo 29 de la Constitución Política garantiza a todas las personas el ejercicio de una libertad más que esencial: la de expresión.

Para fácil comprensión, la libertad de expresión es el derecho para expresar, verbalmente o por escrito, cualquier pensamiento u opinión, positivo o negativo, sobre algo o alguien.

Esa libertad es un pilar fundamental para todo Estado democrático de derecho. Fortalece la participación ciudadana en asuntos de interés particular o colectivo, e implica un baluarte frente a la rendición de cuentas que todo Gobierno debe cumplir.

Con crítica o sin ella, toda opinión debe ir acompañada de una clara intención de contribuir en la reflexión de pensamiento de las personas hacia las que va dirigida, procurando motivarlas a analizar el tema expuesto y a orientar su perspectiva.

La opinión, sin lugar a dudas, debe ser ejercida dentro de un marco de responsabilidad, pues quien tiene en sus manos la manifestación de sus pensamientos debe poseer también claridad sobre las eventuales consecuencias que, por afectación a la moral, el orden público o a terceros, se puedan generar.

Con la preferencia en el uso de las redes sociales, las personas han encontrado un refugio perfecto para hacer valer sus opiniones casi en forma instantánea. Esos medios de comunicación presentan muchos beneficios, pero también riesgos.

Al encontrarse “protegidas” por una pantalla de computadora o celular, las personas se sienten más envalentonadas para manifestar, en un determinado momento, todo lo que piensan, y en muchos casos se permiten insultar o, incluso, levantar falsedades en contra de terceros que pueden repercutir en la honorabilidad y reputación de estos.

Ningún derecho es absoluto. Ningún derecho o libertad tiene un carácter absoluto en cuanto a su ejercicio. Es una máxima que se conoce, principalmente, en el mundo del Derecho, y que se traduce, coloquialmente, en que el hecho de gozar de ese derecho o libertad no me legitima para hacer lo que me plazca frente a los demás.

Si una persona quiere denunciar una situación irregular respecto a otra, debe tener presente que su dicho debe estar respaldado por las pruebas pertinentes, a menos que sean hechos públicos y notorios que no permitan duda alguna. En caso contrario, quien afirme hechos falsos o inexactos que generen daño en otras personas, debe enfrentar las consecuencias legales por su ligereza.

En el caso que nos ocupa es cierto, totalmente cierto, que se agredió a un árbitro y por eso el mismo autor de la agresión D.Guiem Servera se disculpó a través de las redes sociales reconociendo su grave error, cosa que le honrra, así que en caso alguno es presunto, sino autor de una agresión que ha reconocido y que vieron numerosas personas en el campo de fútbol congregadas.

En cuanto a la publicidad y nombres uno de los principios básico del derecho es la publicidad, se publican sentencias judiciales con nombres y apellidos, se publican sanciones de tráfico, se publican sanciones deportivas, se publican embargos, se publican condenas, se publica millones de nombres diariamente; diferente sería que se publicaran otro tipo de datos personales pero al igual que se ha publicado el nombre del árbitro agredido es plenamente legal publicar el nombre del agresor confeso.

En cuanto al autor de la carta éste relata, desde su opinión, hechos ciertos y reales cometidos en un espacio abierto y público y su opinión, guste más o menos, no vulnera ningún tipo de precepto legal. Además se identifica plenamante. Quienes dan más importancia a las formas que a los hechos y lo hacen desde el desprecio y bajo el anonimato no merecen la mínima atención.

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