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Mucha expectación había para ver en directo a Rafael Nadal y Gael Monfils en la tercera ronda del Open de Australia. Era un duelo de estilos. Nadal basa gran parte de su juego en la táctica y Monfils sólo entiende el tenis en base a pegarle lo más fuerte que puede, sin importarle las virtudes y los defectos del rival. La Rod Laver Arena, repleta de aficionados, veía la final de la primera semana del año en Doha.

Allí el manacorí necesitó de tres sets. En Melbourne también, al cerrar el marcador por 6-1, 6-2 y 6-3, pero porque el partido era al mejor de cinco. Rafa, que no se había sentido exigido en las dos rondas previas ante los australianos Bernard Tomic, que se le retiró, y Thanasi Kokkinakis, derrotado en tres rápidas mangas, sabía que Monfils es de los pocos tenistas con un físico tan fuerte como el suyo y con tiros inesperados.

A los 53 minutos, con 2-1 favorable al español en el segundo set, una imagen hacía saltar las alarmas en el banquillo del balear. El tenista regresaba cogeando a la silla de cambios después de realizar un mal gesto con su pie derecho. Ya sentado, dio un golpe contra el suelo de la pista del Melbourne Park en señal de desaprovación. No volvió a dar señales de dolor. Desde entonces, Nadal ganaría cinco de los siguientes seis juegos para anotarse la segunda manga y tomar la delantera en la tercera.

Monfils, un tenista que le pega muy fuerte pero no juega a nada, ganaba los puntos más espectáculares pero perdía todos los demás. El galo sumó 57 errores no forzados. Así se explica que sólo sumara seis juegos en el partido, a pesar de conectar violentos golpes de derecha y de revés sobre la línea.

Nadal sólo ha faltado a los octavos de Australia en una ocasión. Fue en 2004, en su primera participación, cuando cedió en la tercera ronda ante Lleyton Hewitt. De esta forma, y sin tener en cuenta sus dos ausencias por lesión, en 2005 y 2013, ha encadenado ocho presencias en la segunda semana del torneo. Su siguiente adversario será Kei Nishikori, 17 del ranking ATP y al que ha derrotado en los cinco precedentes, cediendo un solo set en la hierba de Queen’s 2008.