Sports De Ca Nostra

Reconozco que hacía mucho, muchísimo tiempo que no acudía a ver un partido del Atlético Baleares. Obviamente, mis once años fuera de Mallorca han ayudado. Pero no es excusa. No tengo nada en contra de ese equipo; antes al contrario. De pequeño me solía caer bien por aquello de que era un rival fuerte al que alguna vez, de vez en cuando, podías ganarle un partido. No como el Mallorca.

Por eso, cuando supe que el pasado domingo debía acudir al estadio para ver su partido ante el Olot , me hizo cierta ilusión. Después del inicio de temporada que estaba realizando, de haber conocido a algunos de sus jugadores, y de lo bien que me estaban hablando la mayoría de los compañeros de trabajo sobre ese bloque, había ganas ya de verlo sobre el verde. Y la sensación no pudo ser más grata.

Es el Atlético Baleares un equipo que te atrapa. No tal vez por su juego, no excesivamente brillante, sino por el ímpetu y la entrega que ofrecen en cada uno de los segundos que tiene el partido. Saben que este año ganar partidos no ex una exigencia, sino un premio, y por eso la ilusión es mayor.

Empezando por la portería, donde Xavi Ginard se está mostrando como el gran portero que es. Con una confianza absoluta en sus capacidades, el meta balearico ha sido un muro infranqueable en este inicio de temporada. Un gol encajado en cuatro partidos así lo denotan.

A ello ayuda, sin duda, una defensa sólida. Con la llegada del experimentado Mairata, y la explosión del incombustible Juan Vich en el carril diestro, es en el trabajo defensivo donde se cimentan las victorias del equipo. Esteban y Álvaro completan una zaga que, hasta el momento, está rayando a la perfección.

El trabajo en la medular lo aportan Bernat Alomar y Cristian, dos portentos de la naturaleza. A ellos se está uniendo poco a poco Capó, dotado de una mayor capacidad técnica. Delante de ese doble pivote, varios nombres se pueden ir alternando. Xisco Hernández, sin duda el mejor futbolista del equipo y que se encuentra ante su gran oportunidad de dar el salto definitivo, es indiscutible. Thiago, de los pocos que resisten de aquel Baleares no tan lejano con aspiraciones a todo sin ningún resultado, aporta unas dosis de calidad necesarias. Nacho, titular ante el Olot y al que sólo la falta de físico le puede privar de mejores resultados; Joan Oller e Ignasi Dalmedo, ya recuperado de su lesión, se disputan un puesto, con la consciencia de que juegue el que juegue, lo hará con resultado.

Y arriba, Florin. Un futbolista con gol pero que sobre todo representa lo que es el equipo: pelea en todos los balones, presión al rival, entrega en todas las jugadas, lo que permite las intervenciones de compañeros liberados, las irrupciones desde la segunda línea.

Todo ello bajo la dirección de Nico López. Un entrenador al que se le vuelve a ver feliz y disfrutando en los banquillos, en un club donde puede dejar su sello, en el que impregna su carácter, y en el que es capaz de convertir un vestuario hasta hace nada escarpado, en un punto de encuentro de colegas.

Porque es ahí donde reside la clave del éxito de este Atlético Baleares. Un proyecto no tan vasto, sino más propio, más autóctono. Más centrado. Mejor dirigido. En definitiva, más realista y, por tanto, con mayores posibilidades. Son muchos los futbolistas que han confesado el magnífico ambiente que reina en el vestuario,  lo bien que se llevan y que se entienden en el césped. Y no son menos los periodistas que aseguran que esa unión, esa piña, queda aún más patente cuando los futbolistas se encuentran fuera del campo. Son, sencillamente, una familia que se divierte jugando al fútbol, todos con un mismo objetivo, todos remando en la misma dirección.

Con este equipo, con este bloque, con esta unión, ganarle al Baleares este año será complicado. Desde el equipo son conscientes de que el objetivo sigue siendo la permanencia. Como el propio Nico López comentó nada más conseguir la victoria ante el Olot, “faltan diez puntos menos para la salvación”. Pero después de firmar el mejor arranque de la historia del club en Segunda B, y de situarse como líderes en solitario de su grupo, este año soñar es gratis. Y qué mejor manera de hacerlo, que disfrutando cada partido. Ellos lo hacen.
Noudiari.es Tolo Leal