Tercera División ; El Mallorca B arranca fuerte en Sant Rafel (0-3)

26 agosto 2013 | Por lorenzo | Categoria: Fútbol Regional

2401«Hemos salido del dentista y ahora que pase el siguiente». Fue lo que dijo Joaquín Caparrós hace ocho días, cuando su equipo, el Levante, cayó derrotado por 7-0 ante el FC Barcelona en la primera jornada liguera. Ayer en Sant Rafel no hubo tantos goles, pero sí se pudo ver la exhibición de un gran Mallorca B ante un bloque local que hizo lo que pudo, que fue más bien poco, debido a la calidad y el magnífico juego desplegado por el conjunto mallorquinista, que presentó sus credenciales para ser campeón de Liga y volver a Segunda División B. ¡Vaya equipazo tiene el filial mallorquinista!

Ayer, desde el saque inicial, fue el amo y señor de un partido que se puso muy feo para los ibicencos muy pronto, concretamente en el minuto 8, cuando Cedric envió el balón desde fuera del área a la escuadra de la portería defendida por Moro. Era el 0-1.

Al Sant Rafel le hizo daño el primer gol, pero lo que más le afectó fue la posesión, el juego raso y las triangulaciones del Mallorca B en la zona ancha, donde Sastre dio una lección de buen fútbol.

Lo único que podían hacer los pitiusos era plantar cara y cortar el juego visitante con faltas, pero no fue suficiente.

En el minuto 23 el hábil Marco se escapó por la banda izquierda, centró y Cedric remató a placer el 0-2.

«Nada de relajación», gritó tras el saque de centro el entrenador visitante Pep Alomar a sus futbolistas, pero no le hicieron ningún caso porque a partir del segundo tanto bajó intensidad de su juego y los ibicencos aprovecharon para acercarse a la portería de Martí a base de faltas laterales, pero sin ningún peligro.

Al descanso se llegó con la sensación de que el Mallorca B había pisado el freno tras sus dos tantos y simplemente no hizo más daño porque no quiso.

La segunda parte también empezó mal para los rafelers ya que en el minuto 47 Cedric marcó su hat trick. Álex disparó a puerta desde fuera del área y el delantero centro desvió a gol. Era el 0-3, el de la sentencia, tras una espectacular jugada en la que los mallorquinistas tocaron doce veces el balón en un gran rondo antes de que el esférico entrara en la portería de Moro.

Era la consecuencia de las órdenes dadas por Alomar desde el banquillo antes de que empezara la segunda mitad: «Vamos a tener el balón.
Quiero posesión, triangulaciones y toque».

Dicho y hecho. La estadística lo refleja: el Mallorca B hizo 13 faltas en la primera mitad y solamente cuatro en la segunda, mientras que el Sant Rafel fue sancionado con 12 faltas en los primeros 45 minutos y otra docena en la reanudación.

Menor intensidad
Con el paso del tiempo bajó la movilidad de los visitantes, lo que fue aprovechado por los blues para tocar más y mejor el balón y para salir más veces con el esférico controlado, aunque sin ningún peligro. Cuando se cumplía la hora del partido llegaron los cambios mallorquinistas y prácticamente acabó el encuentro. Solo se registró un remate al poste de Marco y dos lanzamientos desde muy lejos de Adri. Nada más.

El partido hacía rato que había terminado y así lo entendió también el excelente colegiado Salvador Fornés Bover, que pitó el final del match en el minuto 90. Ni un segundo de descuento. No hacía falta. Los espectadores lo agradecieron porque hacía tiempo que pedían la hora para que acabara el sufrimiento local ante un Mallorca B que ha bajado a Tercera División pero tiene un equipo de mucha más categoría.

Ayer hubo ratos que fue de Primera.
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