Jueves 27, Juicio al año del descenso

22 junio 2013 | Por lorenzo | Categoria: Real Mallorca

SERRA FERRERExamen en profundidad a la temporada del descenso. Pedro Terrasa y Utz Claassen fiscalizarán la gestión de los apoderados Llorenç Serra Ferrer y Biel Cerdà en el transcurso de dos consejos de administración que abarcarán cuestiones deportivas y económicas, sin olvidar el acuerdo que acabó con la retirada de la demanda por parte del G30. La primera cita tendrá lugar el jueves y en ella se votarán nueve puntos fijados en el orden del día. El mismo día se celebrará una Junta General de Accionistas.

Los dos apoderados se verán obligados a realizar un esfuerzo de transparencia para explicar su gestión a los consejeros críticos Terrasa, Claassen y Roig, pero si no median sorpresas de última hora no tendrán problemas para aprobar todos los puntos en el orden del día con el voto de Miquel Coca (pese a las discrepancias que mantiene con Cerdà).

El punto más relevante reza lo siguiente: «Información y ratificación, en su caso, sobre las principales operaciones y decisiones tomadas por los apoderados desde el 15 de enero de 2013». Y se centrará en las incorporaciones realizadas durante el pasado mercado de invierno, el cese de Caparrós y las contrataciones de Manzano y José Luis Oltra.

De este modo, y aunque sea con mucho tiempo de retraso y se analicen hechos consumados, tanto Claassen como Terrasa conseguirán discutir en el Consejo algunas de las decisiones más polémicas tomadas por Serra Ferrer la pasada temporada en el capítulo deportivo. Otro punto del orden del día, el sexto, mira al pasado y al futuro inmediato: «Análisis deportivo de la temporada 12/13 y propuesta deportiva para la temporada 13/14 con información sobre parámetros para la confección de la plantilla, ventas, renovaciones, ceses y fichajes». De nuevo el director deportivo se verá obligado a una larga exposición –está por ver si aliñada con autocrítica– sobre su gestión.

También expondrá los ejes de su planificación deportiva para el nuevo curso en Segunda, previsiblemente sin dar nombres de posibles fichajes. Antes el Consejo habrá versado sobre cuestiones económicas, que ocupan los cuatro primeros puntos del orden del día. «Información sobre el presupuesto del ejercicio 2013/2014 y viabilidad económica de la campaña, así como información sobre el préstamo al descenso por parte de la LFP y sobre la prima de seguros por descenso de categoría y en ambos casos destino de los fondos».

Terrasa, Claassen y Roig dudan de la cantidad a cobrar por ese seguro –en teoría ocho millones de euros el primer año en Segunda– y quieren confirmar que el préstamo de la Liga, tres millones, se destinará al pago a los acreedores del concurso.

Los críticos también quieren conocer detalles sobre «la situación actual de liquidez y tesorería» y con qué balance se cerrarán las cuentas del presente ejercicio según las previsiones que manejan los dos apoderados. Tanto Terrasa como Claassen temen una nueva temporada en números rojos. En relación a este punto, quieren saber cuál es el estado de la tesorería y su capacidad para «liquidar» la presente campaña, que termina el 30 de junio.

Para cerrar el capítulo económico, los consejeros críticos quieren saber si se está cumpliendo el calendario de pagos a los acreedores –Hacienda y ordinarios– aprobado tras la firma del convenio de acreedores en diciembre de 2012.

El consejo se cerrará con explicaciones sobre la retirada de la demanda del G30, la denuncia de la Federación mexicana por la alineación de Gio en el último partido de Liga y los precios de la campaña de socios que arrancará en breve.

Quedarán más puntos por discutir –los solicitados en un requerimiento notarial enviado el pasado domingo– que se tratarán en un segundo consejo todavía por convocar. Hay algunos de especial relevancia como la «decisión sobre la destitución inmediata del director deportivo» y el nombramiento de uno nuevo; o la «decisión del cese inmediato de Serra Ferrer como apoderado». Dos iniciativas que cuentan con muy pocas posibilidades de éxito a no ser que Claassen logre convencer a Cerdà de que se pase a su bando.

Al menos el próximo jueves tanto el alemán como Terrasa podrán sentirse moderadamente satisfechos porque el Consejo de Administración se convertirá (aunque sea por una vez) en un organismo de debate. Pero a nadie se le escapa que este es un nuevo capítulo en la guerra de poder que divide en dos a la institución desde hace muchísimo tiempo. (Diariodemallorca)

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