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Estadio Ciudad de Valencia, sábado 14 de abril, el Levante cae derrotado con contundencia (0-4) ante el Deportivo de la Coruña. Desde el pitido final, el partido se envolvió de polémica, aunque el presidente de la Liga, Javier Tebas, ha declarado en los micrófonos de la Cadena Ser que “ese partido ya estaba en proceso de investigación antes de jugarse”. El conjunto granota llegaba a este encuentro en una situación tranquila y con la salvación prácticamente asegurada. Por su parte, el Depor necesitaba una victoria para seguir soñando con la permanencia en Primera división. El resultado abultado y la situación complicada del equipo gallego levantaron las primeras sospechas. Casi un mes más tarde, el caso está en manos de la Fiscalía anticorrupción que ya investiga todas las vías del posible amaño del partido. En total, se valoran hasta tres opciones.

Las primeras sospechas podrían relacionar a varios jugadores del Levante con posibles apuestas. Los señalados, incluso por su propio compañero de equipo Barkero, Juanlu, Munúa, Juanfran y Ballesteros podrían haber invertido cantidades suntuosas apostando por la derrota de su equipo. No sólo ellos, sino también alguno de sus familiares, ya que las casas de apuestas envían alertas en caso de que las cantidades apostadas sean muy altas. Casualmente tres de los cuatro jugadores mencionados, sólo se salva Juanfran, no han disputado ningún minuto desde el partido ante el Deportivo.

Juanlu no ha entrado en la convocatoria en ninguno de los siguientes tres encuentros que el equipo ha jugado. Munúa ha sido suplente y Ballesteros estuvo en el banquillo ante Barcelona y Celta, pero no ante el Mallorca en la pasada jornada. Al parecer, Juan Ignacio Martínez lo descartó por bajo rendimiento en los entrenamientos. Tal y como ha podido saber El Confidencial, el jugador granota habría pedido al técnico no viajar porque anímicamente no se encontraba bien. Casualidad o no, cuanto menos es sospechoso.

Otro supuesto se centra en unos supuestos mensajes que algunos jugadores del Levante, en teoría Ballesteros, Juanlu y Munúa, habrían mandado al Granada CF, también en situación complicada y equipo al que el conjunto granota podría hacer algún favor en los partidos que restan. Los mensajes irían dirigidos a Aranda, jugador que jugó en el club levantino en 2011, y en ellos se incitaría al conjunto granadino a ofrecer dinero al Levante en caso de conseguir algún resultado positivo para los andaluces.

Lo curioso de estos mensajes es que algunas fuentes consultadas por El Confidencial aseguran que los jugadores del Levante advertían al Granada de que el Depor le había pagado una cantidad sustanciosa por dejarse ganar y la pregunta era: “¿Cuánto nos dais vosotros?”. Otras afirman que estos supuestos mensajes del Levante rumbo a la ciudad andaluza se basaban en la mentira, ya que el club gallego no habría pagado al Levante, pero así se lo hacían creer a los jugadores del conjunto granadino.

La tercera vía de investigación gira en torno al Deportivo de la Coruña. El conjunto gallego no tiene recursos económicos, de hecho está intervenido por Hacienda, y cualquier acción relacionada con el aspecto del dinero sería detectada fácilmente y tipificada como delito. Con el club prácticamente descartado, las sospechas se centran en una persona cercana a la entidad gallega, con inversiones realizadas en el equipo y que podría haber comprado el partido para salvaguardar sus intereses personales. Una opción que no sólo beneficiaría a este empresario, sino también a la entidad deportivista.

Con todas las opciones sobre la mesa, la Liga, con su presidente Javier Tebas como portavoz, ha asegurado en sus declaraciones que espera que los indicios “terminen en pruebas”. Si finalmente se confirman las sospechas y la Fiscalía logra probar el posible amaño del encuentro, los implicados habrían delinquido, ya que la Ley ya contempla estas prácticas como un delito.