Indian Vells; Rafa Nadal vuelve para quedarse y vence a Juan Martín del Potro por 4-6, 6-3 y 6-4

18 marzo 2013 | Por lorenzo | Categoria: Polideportivo

 Rafel Nadal, en una demostración heroica de sus facultades frente a un inmenso rival, se proclamó ayer campeón en Indian Wells, primer Masters 1000 de la temporada, al superar al argentino Juan Martín del Potro por 4-6, 6-3 y 6-4 en dos horas y 29 minutos. Es la tercera corona del mallorquín en el desierto californiano tras los títulos obtenidos en 2007 y 2009. Se lleva un premio en metálico de un millón de dólares y 1.000 puntos del circuito ATP. Es el título número 53 para el español y su Masters número 22, cifra récord.
Nadal, que con esta victoria, la número 600 de su carrera, recupera el número 4 del mundo, lleva 14 victorias seguidas en las últimas semanas tras haber permanecido siete meses fuera de las pistas por una rotura parcial del tendón rotuliano de la rodilla izquierda y el síndrome de Hoffa -una inflamación de la zona de tejido graso que se extiende por debajo del tendón rotuliano- que padece.
Nadal fue un huracán en el desierto californiano al comienzo del partido. Con la ayuda de una rápida rotura de saque se colocó con 0-3 a su favor. Parecía que se comía el mundo. Desplazaba al de Tandil de un lado al otro de la pista y ejercía un dominio abrumador que le llevó a disponer de dos bolas de ´break´ para poner el 0-4. Entonces, justo cuando se rompía el set, apareció la mejor versión de Del Potro. La misma que le dio la vuelta al partido un día antes frente a Djokovic tras ir abajo 0-3 en el set decisivo. El cansancio no le afectaba. Daban igual las casi tres horas de choque frente a Djokovic y la remontada contra Andy Murray.
Su reacción coincidió con un exceso de relajación del mallorquín y el argentino, tras igualar el duelo (3-3) y ceder el siguiente juego, se mostró completamente desbocado y se llevó el primer set tras 51 minutos arriesgando con un punto en la red.
La situación se complicaba con el ´break´ de Del Potro al arrancar la segunda manga, que se unía a los fallos del balear, incapaz de contrarrestar la variedad de golpes del argentino, jugando a un nivel brutal. Llegó un momento en el que, ante un punto celestial de su rival, el mallorquín extendió los brazos, miró al cielo y parecía preguntarse: «¿Qué más le va a salir?». Y llegó el tiempo de su magnífica reacción. Igualó el envite (3-3), defendió su servicio y una nueva rotura de saque le colocó con 5-3. Fue el momento de inflexión del partido.
En la manga decisiva, Del Potro necesitó diez minutos para llevarse su servicio. En el tercer juego Nadal se lo rompió y ahí se le escapó el partido al argentino. Nadal se mostró seguro con su servicio y, a la cuarta pelota de partido, levantó los brazos al cielo.

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