Fútbol Base ; Esto es un auténtico engaño

3 marzo 2013 | Por lorenzo | Categoria:

Nuevo artículo en el blog de Javier Marcet que nos habla del gran engaño que se está cometiendo en el fútbol base al despreocuparse de la formación integral del jugador.

Hoy asisto como cada jueves a la reunión de profesores de la Fundación Marcet. Tengo en mi agenda una idea que quiero transmitirles una vez más porque soy consciente de la eficacia de la pedagogía de la repetición. No hay que cansarse de recordar una y otra vez las cosas porque muchos de los asuntos que quieres transmitir pueden quedarse en el cajón de los olvidos, muy a pesar tuyo, pese a la importancia que tienen.
 
 
Les felicité por la impresionante trayectoria que están teniendo en sus equipos y les aclaré que es fruto de su formidable trabajo en los entrenamientos, la buena programación que realizaron al principio de curso y la gran calidad de los jugadores que forman parte de sus equipos. Sin embargo, no estamos llegando a nuestro objetivo que es formar si no nos preocupamos de cada uno de los jugadores que forman parte del equipo.
 
 
Les puse el caso de Pau, un benjamín que está pasando una temporada mala. Gracias a una conversación breve con los padres que me comentaron que no iba contento a los entrenamientos, pudimos detectar a tiempo que el chaval necesita un empujón en cuanto a su autoestima y quizá el entrenador no lo estaba tratando de forma correcta. No reacciona con la misma motivación que otros y el entrenador no se daba cuenta de esto. Empezó a faltar a los entrenamientos y la interpretación del entrenador fue la de apartarle un poco más del equipo, no darle tantas oportunidades.
 
 
Es una situación que ocurre mucho en el fútbol. Utiizamos a los jugadores si nos rinden y los ignoramos si no nos responden. En la Fundación queremos hacerlo bien. Hemos de encontrar las causas por las que un jugador no esta rindiendo cada vez más y luego ayudarle a superar las dificultades que tiene para conseguir ser igual o mejor que antes. La función del entrenador – formador no es conseguir éxitos deportivos sino ayudar a esos niños a alcanzar sus metas deportivas y personales. Cuando esto lo tengamos claro, el fútbol formativo empezará a ser eficaz.
 
 
Utilizarlos para conseguir éxitos deportivos es un auténtico engaño porque nos preocupamos exclusivamente de su físico, de sus habilidades deportivas para conseguir una meta personal. En la Fundación Marcet tenemos claro que no hay otro camino que la formación integral del jugador. Los expertos en educación, los sicólogos deportivos insisten siempre en este aspecto: la formación en valores, el equilibrio familiar, los estudios académicos, sus relaciones con los demás son más importantes que la cantidad de goles que meten en una temporada o en un partido. ¿Es esto lo que tienen en la cabeza los entrenadores de hoy? Pienso que hay bastantes que tienen las ideas claras en este sentido pero, por desgracia, hay muchos que no.
 
 
Estos entrenadores que se buscan a sí mismos con la obsesión de los resultados y que se olvidan de la gran responsabilidad que tienen de formar a sus jugadores en todos los ámbitos de la vida son un auténtico engaño. A veces pienso cómo es posible que los padres acepten esta situación y permitan dejar en manos de estos entrenadores a sus hijos.
 
 
Hace poco, un entrenador de un club con el que tengo amistad me comentó que entrar como entrenador en la Fundación Marcet era muy difícil porque tenemos fama de ser muy exigentes con ellos. Me gustó el halago porque significa que está trascendiendo el hecho de que valoramos mucho la figura de un entrenador. Si no queremos engañar a los padres y a los niños, entrenador de fútbol o de cualquier deporte no puede serlo cualquiera. Debe ser una persona con un perfil muy especial. Además de gustarle tiene que querer ayudar al niño de forma integral. Debe ser un educador. Tiene que ser humilde y aceptar que siempre está aprendiendo. Debe tener paciencia para entender que cada jugador es una historia distinta y que hemos de ayudarles según sus necesidades. Hemos de estar orgullosos de su crecimiento personal y no solo del deportivo.
 
 
Un entrenador del equipo de benjamines vino a verme para comentarme que tenía un problema muy grande en el vestuario. Iván es un jugador con bastante nivel que juega en el equipo C y destaca bastante. En los partidos suele ser un poco individualista porque se ve un poco sobrado y consigue con facilidad muchos goles. Kevin es otro jugador con mucho carácter. Cuando Iván se excede en sus regates, se lo recrimina bastante y un día, en el vestuario se lo recordó con dureza. Iván respondió diciendo en público que lo hacía porque todo el equipo eran muy malos. Esto sentó mal a los demás y se ha creado un mal ambiente. El entrenador ha utilizado bien el protocolo y en cuanto detectó el problema intentó solucionarlo hablando con ellos pero no hay una mejora aparente. El último día Kevin lanzó una zapatilla a la cara de Iván. No pasó nada más pero hubo que hablar con ellos. Yo pensaba que Kevín era el culpable de todo pero al sincerarse, tuve que cambiar de opinión porque la culpa era de Iván. Lo reconoció. Ambos chicos tenían ganas de cambiar de actitud pero las circunstancias habían provocado este enfrentamiento. Ahora son muy amigos y se ayudan mucho en los partidos con lo que el equipo está más unido que nunca. Iván fue a pedir perdón a sus compañeros. Le costó pero lo hizo.
 
 
He contado esta pequeña anécdota porque es la última que me ha sucedido pero podría relatar cientos de ellas. Un entrenador preocupado por los resultados lo que hubiera hecho es solucionar por la directa el problema y no hubiera ido al fondo de la cuestión. Pero hubiera sido un engaño, un timo. ¡ Cuánto agradecen los padres que podamos ayudarles en estas situaciones importantes que no se aprecian ni las ve nadie! ¡ Cómo crecen los niños si les ayudamos frente a sus dificultades! Y en el fondo, el que más se enriquece es el entrenador porque ayudar a los demás siempre te llena de satisfacción y de orgullo (un orgullo sano) que no tiene nada que ver con las victorias en los partidos.Javier Marcet

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