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Madrid Rafel Nadal piensa en parar. Tras su victoria el pasado domingo en el Abierto de Brasil, donde derrotó en la final al argentino David Nalbandian (6/2, 6/3), en el calendario del tenista mallorquín está fijado, la próxima semana, el torneo de Acapulco y, posteriormente, el salto a la pista dura con las citas en Indian Wells y Miami. Estos dos torneos están en el aire. Nadal está preocupado por el estado de sus rodillas que, aunque han respondido bien en Viña del Mar (Chile) y Sao Paulo, todavía le provocan molestias. Por este motivo estudia la posibilidad de parar y reanudar la actividad en la gira europea de tierra que comenzará en el mes de abril en Montecarlo.

Tras su victoria en Sao Paulo, el actual número cinco del mundo dejó entrever que cabe la posibilidad de parar tras el torneo mexicano de Acapulco: «Lo próximo es Acapulco dentro de una semana. No sé si luego pararé. Vamos a ir pasito a pasito. Vamos a terminar lo que nos habíamos propuesto, que es jugar en Acapulco, y después analizaremos a ver si es mejor tomarnos todo con un poquito más de calma, entrenar, preparar la gira europea de tierra y no forzar la rodilla; o si tomamos la iniciativa de ir para la gira americana y empezar en Indian Wells», señaló Nadal. El tenista de Manacor es consciente de que el cambio de superficie –de la menos agresiva de la tierra a la siempre exigente de la pista dura– es perjudicial para sus rodillas.

Nadal también habló de su estado físico: «La rodilla hay días que aún me sigue molestando, pero hoy (por el domingo) me levanté bien y he jugado mi mejor partido desde que he vuelto. La rodilla aún necesita mucha mejora, porque sigo teniendo días malos. Y mis victorias me dan motivación y energía». «Sin estar perfecto, desde que he vuelto he conseguido hacer una final, a punto de ganarla, y campeón esta semana. Hay que mirar esta parte y trabajar en que la rodilla esté bien lo más pronto posible y si es así ya pensaremos en objetivos más ambiciosos», comentó. «Tengo que seguir trabajando mucho para que mejore la rodilla. Aún lo necesito. Vamos a pensar en positivo y que poquito a poco si antes teníamos un 80% de días malos, cada vez vayamos reduciendo el tanto por ciento y que los días buenos sean una tónica y no una sorpresa», narró Nadal. «Cuando tienes días que no te sientes bien físicamente, que la rodilla molesta, y después tienes días que te sientes mejor, te sientes como si estuvieras en el quinto cielo», precisó.

Nadal está lejos de su mejor forma, y pensar en ganar a alguno de los cuatro primeros del ránking –Djokovic, Federer, Murray y Ferrer– se antoja ahora mismo complicado. Mucho más pensar en que puede volver a ser el número uno del mundo, como lo fue durante 102 semanas hasta el 6 de junio de 2011. «Ahora no es un objetivo real». Su meta inmediata, según explicó en Sao Paulo, es «poder entrenar y competir sin limitaciones», pues eso es lo que le hace «realmente feliz», comentó el mallorquín.