Sports De Ca Nostra

La competición de Empresas de Mallorca sobrevive a la crisis como buenamente puede. Lo que otrora se denominaba ‘Deporte y Educación’ también padece las consecuencias de la actúal coyuntura económica. Y curiosamente, el deporte rey -el fútbol 11- está padeciendo de forma más evidente las dificultades económicas por la que el empresariado isleño a nivel general. Equipos formados en torno a una o varias empresas. que aportaban una pequeña parte de su capital para la promoción del deporte de veteranos, de un tiempo a esta parte han reculado, dejando de lado el deporte corporativo.

Lo que llama más la atención es que el fútbol 11 sea la competición más afectada. Una incidencia que aumenta con la reciente presentación por parte de la Federació de Fútbol de les Illes Balears de la liga de ‘veteranos’, promovida por el Esporles CF conjuntamente con el ente federativo, y en el que dará cabida a futbolistas mayores de 33 años y que estén retirados del fútbol federado. Una competición que en teoría arranca el próximo 21 de Enero -justo dos días después de que finalice la competición de liga en empresas- y que según como se desarrolle, podría suponer la puntilla a la competición auspiciada por la AIDEB desde hace 34 años. 

Con todo, la realidad es que a día de hoy el fútbol 7 se impone en cuanto a adeptos a la de fútbol 11, más costosa de competir tanto por el número de jugadores que se necesitan como por los horarios de liga – siempre sábados-, eventualidad que no sucede en el fútbol 7, en donde se compite entre semana. En la actualidad, el fútbol 11 solo cuenta con ocho equipos, cuatro menos que por ejemplo hace cuatro temporadas y que no tiene ni punto de comparación con los 46 equipos en Mallorca y 13 de Eivissa en la temporada 1989/90, momento cumbre en lo que fútbol corporativo se refiere en Baleares.

Otra cosa bien distinta le pasa al fútbol 7, con 13 equipos en Primera categoría y 20 en Segunda (con dos subgrupos). Estos, paradójicamente, cuentan con un estado de salud óptima en lo que al índice de participación se refiere, aunque sin ir más lejos, hace cuatro temporadas el número de equipos en Primera ascendía a 14 y en Segunda la cifra era en total de 23.

El baloncesto sí que se resiste a la crisis

Curiosamente, otros deportes son justo el ejemplo contrario de lo que está sucediendo con el fútbol 11. Es el caso del deporte de la canasta. Desde la temporada 2004-05 se puso en marcha la liga de empresas de baloncesto con una primera temporada en la que diez equipos dieron el paso hacia delante, abandonando muchos de ellos la liga de veteranos que la FBIB ya organizaba desde hacía bastante tiempo.  De la primera edición, sobreviven Cantina Sol y Mangrove, aunque en la actualidad la competición es bien distinta, con tres categorías y un total de 34 equipos. Curiosamente, dicha competición cuenta con la colaboración de la Federació de Bàsquet de les Illes Balears, y más en concreto, del Comité Balear de Árbitros, los cuales aportan tanto colegiados como auxiliares de mesa para que los equipos cuenten precisamente con una parte imprescindible en toda competición oficial que se precie: de árbitros y anotadores. Una circunstancia que sin ir más lejos, no se da en el fútbol, y en el que la colaboración a día de hoy brilla por su ausencia.

Potencia a nivel nacional

Con todo, el deporte corporativo de nuestra comunidad sigue siendo un referente a nivel nacional. Con la reciente aportación de otras disciplinas deportivas como el padel, juntamente con el fútbol sala y el tenis, la AIDEB puede presumir que cada Campeonato de España es un hervidero de buenos resultados y éxitos deportivos en forma de premios, si bien en la pasada edición celebrada en Cantabría, el número de galardones descendió en algunos casos de forma significativa. Con todo, el Carpintería Peralta en Fútbol 11 (Subcampeón Nacional en Copa), Metalúrgicas Marín y Almacenes Femenías en baloncesto (Campeón y Subcampeón de España), Saunier Duval en fútbol Sala (Campeón Nacional) y el Ca’n Beia en tenis (subcampeones en el estatal) siguen mostrando que, pese a la crisis, el deporte corporativo en Baleares sigue respirando bien pese a las carestias económicas que también golpean a la AIDEB.