La soledad del entrenador….
5 noviembre 2012 | Por lorenzo | Categoria:La pelota esta tarde ha tocado mĂĄs veces la red adversaria que la propia. Tras el pitido final por parte del ĂĄrbitro se oyen aplausos y halagos. Antes de entrar al vestuario algunos directivos esperan al entrenador y lo felicitan y abrazan por la victoria conseguida. Al entrenador lo esperan a la salida del estadio y recibe las muestras de afecto y la felicitaciĂłn de los allĂ presentes. Ya de camino al coche el mĂłvil suena y recibe varias llamadas y mensajes de felicitaciĂłn. El mĂster regresa a casa visualizando mentalmente algunos lances del reciente partido y las horas posteriores transcurren en un ambiente de falsa heroicidad y de satisfacciĂłn por el trabajo bien hecho y por la consecuciĂłn de la victoria.
Pocos dĂas despuĂ©s la pelota es mĂĄs caprichosa y esta vez toca mĂĄs veces la propia red. Al final del encuentro se escucha un turbio runrĂșn y algĂșn tĂmido silbido. Al entrar al vestuario no coincide con nadie, solo con los exhaustos y abatidos jugadores a los que anima y felicita por el esfuerzo. Se despide de ellos y del cuerpo tĂ©cnico y sale del campo. De camino al coche hay un silencio sepulcral solo roto por un empleado del campo que se despide de Ă©l tĂmida y cordialmente. Nadie mĂĄs se cruza en su camino. El mĂłvil no suena. El mĂster vuelve a casa cabizbajo y pensativo en un clima de culpabilidad y de responsabilidad por la derrota.
Horas mĂĄs tarde del pitido final el relajante ruido de las olas ayuda al mĂster en su reflexiĂłn. Ăste consume una lata de cerveza y digiere su estado en soledad. Ahora sĂ suena el telĂ©fono⊠en casa preguntan si esta noche lo esperan para cenar.