Fernando Llorente se va del Ahtletic de Bilbao por motivos deportivos y » políticos «

21 agosto 2012 | Por lorenzo | Categoria: Fútbol, Fútbol Nacional

El principal motivo por el que Fernando Llorente ha decidido marcharse del Athletic Club de Bilbao es deportivo. Su decisión, madurada en largas negociaciones para ampliar y mejorar su contrato con la anterior directiva y la actual, se guía principalmente por criterios deportivos de cumplir el deseo de jugar la Liga de Campeones y probarse en un equipo de un escalón superior y en otra liga. No es una cuestión económica porque en Bilbao está y estaría muy bien pagado como se encarga de filtrar permanentemente desde el club para echarle a la afición encima.

Llorente está sufriendo mucho. El pasado viernes, después de los insultos que él y Javi Martínez recibieron en Lezama (¿por qué permitió el Athletic la presencia de los ultras y que desplegasen una pancarta tanto tiempo hasta exigirles su marcha?), Llorente se fue a casa destrozado, pero más convencido aún de que tiene que irse porque la situación va a ser insoportable tanto para él como para el propio club, el entrenador Marcelo Bielsa y el resto de compañeros.

No es la primera vez que insultan a Llorente. En las últimas tres temporadas se han escuchado insultos en San Mamés utilizando el término «español» con otro adjetivo descalificativo vejatorio desde un sector de la grada de La Catedral. Por no mezclar deporte con política, los insultos a Llorente, motivados por su orgullo, que ha hecho público siempre, de vestir la camiseta de la selección española, nunca han sido reflejados en ninguna crónica de ambiente. Puede ser reprobable, pero el periodismo deportivo nunca se ha metido en el denominado ‘problema vasco’ y se han considerado esos insultos que ocurren también en el campo de la Real Sociedad, de Osasuna o del Eibar, en el mismo plano de los que se realizan los grupos ultras en la mayoría de los estadios de España.

Llorente también está harto de que le insulten llamándole español. Y su amor por el Athletic seguirá siendo muy grande, el de un niño que llegó de Rincón de Soto (La Rioja) a los once años y se formó en Lezama hasta convertirse en el Rey León de San Mamés. Pero uniendo el deseo de crecer deportivamente al desencanto de que le ataquen por cuestiones políticas, como lo son los insultos por ser español, Llorente no aguanta ni un minuto más en el Athletic. Y el equipo vizcaíno le debe vender sí o sí.

Ahora debe mover ficha Josu Urrutía. El presidente del Athletic debe decidir entre cobrar 20 millones de euros de un club (todo indica que la Juventus) o no cobrar ni un euro y perder a Llorente toda la temporada porque se antoja complicado que vuelva a jugar con el Athletic, principalmente en San Mamés (para evitar el bochornoso espectáculo de esos insultos, que tendrían que ser contados a toda el Estado español inevitablemente, Bielsa no convocó ni a Llorente ni a Martínez para el partido de ayer ante el Betis).

Además, Fernando Llorente no quiere ser otro Julen Guerrero. Al antiguo crack del Athletic le retuvieron como bandera, con unos emolumentos de equipo grande que se puede permitir el Athletic por la ventajosa tributación que le permiten las autoridades políticas en Vizcaya y en el País Vasco en general. Pero Julen Guerrero luego fue fagocitado como gran futbolista desde el propio club y desde su propio vestuario, precisamente con Josu Urrutía (el acutal presidente del Athletic fue jugador del primer equipo) como principal enemigo entre sus compañeros. El propio Julen aconsejaría a Llorente que se marchara en su situación actual porque de quedarse sus carreras podrían ser paralelas. Y si prima el sentido común, Llorente dejará de ser jugador del Athlétic Club de Bilbao en los próximos días. Si no es así, hablaremos, además de un problema deportivo con un futbolista, de un problema político.
El Confidencial
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