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Un cabezazo de Lekic a centro del debutante Saúl, cuando sólo faltaban nueve minutos para concluir el encuentro, le dio al Mallorca tres puntos que valen su peso en oro y que sirven, de momento, para salir de la zona de descenso. El resultado es absolutamente justo y premia al equipo que más apostó por la victoria. El Mirandés, inexistente en ataque, no jugó a otra cosa que a mantener el 0-0 y estuvo a punto de conseguirlo, pero el testarazo de Lekic le dejó K.O.

Curiosamente el partido había comenzado de un modo muy diferente. El Mirandés se comió al Mallorca en el arranque con una presión muy ambiciosa, pero el fuelle le duró sólo 20 minutos. Poco a poco el equipo burgalés fue perdiendo metros mientras los propietarios de Son Moix los ganaban, y el cambio ya fue evidente a partir de la entrada de Lekic por el lesionado Culio a los 26 minutos.

Los centímetros del serbio intimidaron al Mirandés, que se olvidó del balón y se metió en el área. Enorme error. A partir del minuto 30 el dominio del Mallorca fue aplastante, con ocasiones muy claras de Lekic en dos ocasiones, Juan Rodríguez y Lago Júnior. James fue un puñal por la banda izquierda y al propio Lago le hicieron un penalty escandaloso en el tramo final del primer tiempo que el árbitro, sorprendentemente, transformó en saque de esquina. El 0-0 con el que se llegó al final de los primeros 45 minutos era manifiestamente injusto.

La tendencia continuó tras el descanso. Lago Júnior y Juan Domínguez protagonizaron las primeras ocasiones de la segunda parte, pero el partido fue avanzando sin que el marcador se moviera y la grada empezó a impacientarse porque esa era una historia que ya había visto demasiadas veces.

Por fortuna a los 81 minutos el cántabro Saúl García, que hizo un partidazo por la banda izquierda, sacó un centro espectacular que Lekic cazó en el punto de penalty. Su cabezazo se fue abajo, a un lugar imposible para Roberto, y sirvió para abrir una victoria imprescindible que le da vida a Olaizola. Lago Júnior sentenció el resultado en el descuento, segundos después de que Pedro Martín mandar un disparo al travesaño de Cabrero. Ahora, al campo del Getafe, que con toda seguridad no será tan inofensivo en ataque.

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