J. Pons ex-Presidente del Mallorca : “No entiendo nada de Cerdá”

6 enero 2014 | Por lorenzo | Categoria: Real Mallorca

entrevista-josep-pons2Josep Pons (Palma, 1948), actual cónsul general de España en Pekín, ex presidente del Mallorca y hermano del ya fallecido Félix Pons, se sienta con mallorcadiario.com para tratar diferentes temas de actualidad. El primero, su satisfacción después de que un juez austríaco le haya absuelto de una demanda de acoso sexual interpuesta por una trabajadora de la Embajada de España en Viena, cuando él era embajador en Austria.

¿Qué balance hace de aquel capítulo de su vida?

El único positivo es que tengo unos hijos extraordinarios y una familia estupenda que me ha apoyado en todo momento. Y unos cuantos amigos que cuento con los dedos de una mano. Todo lo demás es muy negativo. Ésto te deja una cicatriz que con el tiempo duele.

Y eso que los tribunales le han dado razón…

He ganado los tres casos y repito lo que dije en la carta de despedida como presidente cuando me cesó el Mallorca por “falta de confianza”: que confiaba en la Justicia y en que el tiempo pone a cada uno en su sitio. Lo malo es que han tenido que pasar tres años.

¿Guarda rencor hacia UGT?

Ya está, está terminado ese asunto. Intentaron un asunto conmigo, les salió mal y ya. Han pagado la indemnización y punto.

¿Pero sigue la actualidad relacionada con el sindicato? 

He visto el disparate ése de la querella contra Bauzá y que el juez le ha dado bien fuerte, como es lógico. No me extraña, después de lo que hicieron conmigo, no me extraña nada.

¿Y lo de justificar facturas pasadas? ¿Tanto UGT como otro sindicato y patronales?

Todo aquel que recibe una subvención tiene que justificarla. Llevo 39 años de servicio público y he tenido que justificar hasta el ticket de aparcamiento de un euro.

Le cambio de tema, ¿cómo ve al Mallorca?

Muy mal.

¿Por qué?

Porque ninguna empresa en el mundo puede funcionar cuando el consejo de administración está enfrentado. Y aquí la mitad más uno va en un sentido y la mitad menos uno va en el otro. No hay estrategia posible de venta, ni de compra ni de gestión. No puede funcionar.

¿Qué tiene que pasar para que se solucione?

Pues es una buena pregunta que tiene difícil respuesta. Lo más visceral que le saldría al aficionado es “¡que se vayan todos!” Pero es que hay unos propietarios y éstos no tienen por que irse. Tiene que haber algún tipo de entendimiento, de acuerdo, de negociación o de venta. Ésto es un desastre, lo que no puede ser es que haya alguien intentando sabotear el funcionamiento del club todos los días. Vamos camino del desastre más absoluto y me duele mucho porque llevo mas de 60 años yendo al fútbol.

¿Qué le parece Cerdá?

Increíble, no le entiendo.

¿Pero no entiende su gestión o hacia dónde va o…?

No entiendo nada. A dónde va no tengo ni idea pero no entiendo que una persona con un 5 por ciento de acciones del club pueda pretender dirigir el grupo, por mucho que tenga un acuerdo de sindicación. Yo he sido presidente y tenía un 2, 5. Vale que no tuve ocasión de nada pero jamás pasó por mi cabeza hacer algo en el club. Hay un propietario. Que Cerdá –por las razones que sea- se olvide quién es el verdadero propietario del Mallorca, me parece una cosa incomprensible. Y lo voy a dejar ahí. Incomprensible.

¿Traición?

Ni idea porque no estoy dentro pero nadie que tenga ese paquete accionarial puede pensar así. Con un 5 solo puedes ponerte de esa manera si estás en el BBVA u otra empresa donde la propiedad esté muy atomizada. Pero cuando hay un propietario con un 49…

Entonces, ¿qué tiene que hacer ese propietario?

Encontrar una solución razonable, lógica. Si tiene que tragar sapos, tendrá que hacerlo. Si hay que reconocer errores, habrá que reconocer errores. Si hay que retirar insultos, habrá que retirar insultos. Si hay que desdecirse, habrá que desdecirse. Pero como él ha dicho en el pasado -tambien en mi caso- “las instituciones están por encima de las personas” y el Mallorca esta muy por encima del señor Cerdá, desde luego, y de Serra Ferrer también, aunque tenga el 49.

¿Volvería a ser presidente?

No.

Rotundo.

No rotundo. Yo estoy muy bien con mi  profesión. Aquello fue una oportunidad perdida y salió mal. El día que me jubile, ya veremos pero de momento no.

Tampoco es que sea el momento más seductor…

Nunca he rehuído las situaciones difíciles. De hecho, pedí ir yo a Pekin que no es un destino fácil. No me asustaría la situación, pero no. No se da ninguna de las circunstancias posibles, nada.

Salimos de deportes… ¿Cómo ve su isla? ¿Mucha crispación?

Sí, mucho. Mucha confrontación. Pero yo tengo un problema para juzgar: los diplomáticos tendemos a buscar un compromiso, un arreglo. Y por eso creo que aquí las cosas a veces se exasperan por pequeñeces, por tonterías que son muy relativas. Por ejemplo, la gente que va por ahí diciendo “es que como Mallorca no hay nada en el mundo”. En fin, yo tengo la suerte de haber estado en 80 países y no tienen lo de Mallorca, tienen otras cosas.

El nacionalismo, por tanto, se cura viajando.

Desde luego, de eso no tengo duda. Es imposible viajar por el mundo, abrirte, conocer, viajar, acostumbrarte a nuevos sociedades y seguir pensando que lo tuyo es lo único interesante del mundo.

¿Cree en la apuesta por el trilingüismo en forma del TIL?

No es que me quiera escapar del tema pero lo desconozco. Ahora bien, me parece indispensable que los niños estudien inglés. Eso sí, creo que tiene que haber un respeto a la lengua hablada aquí que es el catalán o el mallorquín –me da igual, llámalo como quieras- y que tiene que formar parte del curriculum de la gente porque es la lengua que se habla aquí. Aunque no la única.

¿La inmersión en catalán es necesaria?

No sé lo que se entiende por inmersión pero lo que opino es que los niños tienen que aprender catalán en el colegio porque es la lengua hablada aquí mayoritariamente. Sin ninguna duda. Pero también me parece un disparate que para tener plaza de medico en un hospital sea muy importante saber catalán.

Como cónsul de España en Pekín, dígame, qué oportunidades de trabajo tiene un mallorquín allí. 

Lo que quiera, es el país con mayores oportunidades del mundo para todos. El sector del calzado tiene oficinas de empresas mallorquinas y menorquinas abiertas ahí. Y sector hotelero, servicios, zapatos… tienen muchas posibilidades.

Por último, estarán contentos con el nombramiento de su hermano como Hijo Ilustre de Palma. 

Claro. El alcalde estuvo muy cariñoso y emotivo con la familia, con mi hermano, mi padre y mi madre –me gustó que se mencionase a mi madre- porque se suele decir que los Pons venimos de los Pons y mi madre fue un elemento muy importante en nuestra educación. Si Félix hubiese estado presente, como era tan humilde, hubiese dicho que no lo merecía pero era un enamorado de Palma. Él siempre dijo que su sueño era ser tamborero o masset.

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