Toda la parafernalia orquestada hace escasos dÃas, con huelga arbitral incluida, en señal de protesta por las agresiones que sufren los jueces en el fútbol balear, se ha ido al garete a las primeras de cambio. Primero, y lo más grave, en el partido de cadetes entre el FerrerÃes y el Sant LluÃs. El entrenador de los locales, Bartolomé Carreras, tras ser expulsado, empujó al colegiado Juan González. Ni las posteriores disculpas del técnico al árbitro le exoneran de un castigo que debe ser ejemplar. Su actitud es imperdonable, y más en un partido de base, donde los entrenadores deben ser los primeros en comportarse.
Tangana en Binissalem: no aprenden
En el partido entre el Binissalem y el Rotlet, disputado el sábado, los entrenadores de ambos equipos, Alejandro Calero y Miguel Angel Ferrer, fueron expulsados tras protagonizar una tangana, según reza el acta arbitral. Pero, siendo esto grave, lo peor de todo es que la fuerza pública, en el recinto desde el minuto 82, identificó en la grada al encargado de las instalaciones, que se unió a la trifulca entre los banquillos. Afortunadamente, en esta ocasión el árbitro no ha pagado la ira de ningún jugador o aficionado, pero el Comité de Competición deberá tomar cartas en el asunto. Actitudes asà son intolerables. Llueve sobre mojado. Por cierto, sobre este asunto, la prensa, y este diario en particular, se ha limitado a transcribir el acta arbitral, sin tomar partido por nadie. Como debe ser. Sobran segundas lecturas.
