Miki Martí, triples hacia la superación Jugador Transfer Class de la jornada y que padece una hipoacúsia severa

14 diciembre 2021 | Por lorenzo | Categoria: Polideportivo

 

 

El jugador del Flanigan Bàsquet Calvià, que padece una hipoacusia severa, ha sido nombrado Jugador Transfer Class de la octava jornada de la Lliga Escribano

Miquel Martí, más conocido en su equipo como Miki, ha sido nombrado Jugador Transfer Class de la octava jornada de la Lliga Escribano masculina. Hasta aquí todo sería como cualquier otro galardón, pero detrás de este nombramiento está la historia de un niño que a pesar de su déficit auditivo debido a una hipoacusia severa depositó toda su pasión a jugar al baloncesto. Miquel padece una “pérdida importante de audición de todos los sonidos agudos” y se ha tenido que acostumbrar a entender el juego desde la mirada y a interpretar desde la intuición lo que tenía que hacer en cada momento.

 

El jugador de 19 años, formado en La Salle Palma y que lleva tres temporadas en el Liga Balear del Flanigan Bàsquet Calvià, ayudó a su equipo a sumar la séptima victoria de la temporada en la pista del Livingdreams Santa María por un ajustado 74-77 en la prórroga. Miki anotó un total de 26 puntos (máxima anotación de toda la jornada) de los que 20 de ellos fueron firmados en la primera mitad del choque. Además, lo hizo

con un gran porcentaje de anotación desde la línea de tres puntos con seis triples anotados de nueve intentos. Con un promedio de 14’5 puntos por partido, Miquel Martí es el máximo anotador de su equipo en lo que va de temporada y se ha confirmado como uno de los referentes ofensivos del Calvià. Aquí os contamos su historia. Desde muy pequeño Miki tuvo que aprender a ser más observador. Pues nació con un déficit auditivo provocado por una hipoacusia severa. A pesar de ello, desde pequeño decidió que quería ser jugador de baloncesto y empezó a entrenar y competir con total normalidad, aunque tuvo que vivir un proceso de adaptación. “Cuando empecé a jugar a baloncesto de pequeño no escuchaba el silbato del árbitro y eran mis compañeros o incluso los rivales quienes me tenían que avisar de que habían parado el juego. Hoy en día ya se identificar el silbato del árbitro gracias a mi experiencia”, cuenta el jugador que a pesar de esta situación y de otras similares que ha vivido considera que no ha tenido un crecimiento deportivo muy diferente al del resto. Entre otras cosas, porque siempre ha recibido la ayuda de todos los que le han rodeado: “Siempre me he sentido muy bien acogido. Los compañeros, profesores y entrenadores siempre me han ayudado y me han repetido las cosas dos o tres veces si ha hecho falta. Es algo que agradezco porque no es fácil tener este problema, sobre todo cuando eres más pequeño”.

Es muy conocido el refrán de que ‘lo que no te mata te hace más fuerte’ y algo así ha tenido que hacer Miki. Él mismo ha tenido que crear su fortaleza desde su propia debilidad. Y en este sentido, encontró la solución desde la observación. “A nivel deportivo esto me ha ayudado a ser mucho mejor jugador. Por ejemplo, he aprendido a entender los símbolos que usan los entrenadores en la pizarra antes que mis compañeros y he aprendido a anticiparme a lo que hace el rival por su expresión o movimiento. Me ha hecho aprender a verlo todo más claro, ya que al no poder escuchar con claridad he tenido que ser más observador. No considero que a día de hoy necesite ninguna ayuda especial porque ahora entiendo mejor el juego por la lectura visual y me siento muy bien adaptado en la pista”, explica el joven jugador. Ahora bien, fuera de pista sí que ha encontrado un obstáculo a superar debido a la pandemia de la COVID-19. “El hecho de llevar mascarillas me afecta bastante a la hora de comunicarme porque el hecho de tener una pérdida de audición considerable ha hecho que siempre me haya fijado en los labios para saber lo que me decían. Lo pasé muy mal al principio de la pandemia y me afecto al ánimo. Ahora ya lo llevo bastante mejor”.

Finalmente, Miki Martí se muestra “muy agradecido por el premio al Jugador Transfer Class” pero añade que lo considera como “un premio al equipo porque gracias a mis compañeros y entrenadores juego con más confianza y sin miedo”.

Jugadora Instituto de Fertilidad

En la Lliga Escribano femenina, la Jugadora Instituto de Fertilidad ha sido Claudia Iglesias, del Sant Josep. La jugadora del conjunto amarillo aportó 25 puntos en la victoria de su equipo frente al CCE Sant Lluis y ha recibido este galardón correspondiente a la undécima jornada de la máxima categoría femenina del baloncesto balear.

Comunicacion FBIB

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