La fe moviliza al mallorquinismo

8 mayo 2017 | Por lorenzo | Categoria: Real Mallorca

CD 21-02-15_1100MorĂ­a el encuentro y con Ă©l una parte de nosotros. El olor del azufre se entremezclaba con el del cuerpo en descomposiciĂłn y el llanto y el rechinar de dientes se instalaban en Son Moix. Nada habĂ­a a lo que aferrarse y a la nada es a lo que se enfrentaba el mallorquinismo.

Incapaz de ser justo y satisfacer los deseos de la parroquia bermellona al mismo tiempo, el dios del fĂștbol optĂł por la tangente y bendijo al Mallorca con su misericordia en el Ășltimo momento. AceptĂł de buen grado la jaculatoria pronunciada por la zurda de Culio desde la esquina; conmovido por la fe de un grandullĂłn como Ansotegi, le aupĂł sobre sus hombros en el segundo palo; clemente, ayudĂł a calzarse la bota derecha de Lago JĂșnior a los Ășltimos 12.479 fieles devotos que le quedan en la Isla y les animĂł a empujar juntos el balĂłn al fondo de las redes.

Gargantas rotas por la emociĂłn y lĂĄgrimas asomando que intentan ser disimuladas. Abrazos a hermanos, hasta entonces desconocidos, unidos por dos colores y un sentimiento comĂșn. ÂĄGloria y alabanza a Ă©l, sĂłlo a Ă©l! Al balĂłn, al gol, al fĂștbol. Arrogante y territorial, ha escogido a unos jugadores incapaces de ganar el partido que habĂ­a que ganar para demostrar que nada de lo que ocurre sobre el tapete es ajeno a su voluntad. ÂĄBendita la maldita temporada y el nefasto partido que nos hicieron disfrutar de manera salvaje de tan inesperado final!

Nuestro equipo, esa cruz voluntariamente escogida, que no cambiarĂ­amos por ninguno en este mundo. “Supongo que si un hombre tuviera que expulsar todos sus pecados, siempre se guardarĂ­a uno para no estar a gusto. Son las Ășltimas cosas de las que nos desprendemos”. Desconozco de quiĂ©n es la cita. La tomĂ© hace mucho tiempo y no tuve el acierto de apuntar el nombre de su autor. Pero refleja el actual sentimiento de cualquier aficionado bermellĂłn. Porque es un sinsentido maravilloso reafirmarte en tu convicciĂłn despuĂ©s de ganar en el Ășltimo suspiro, jugando mal y, aun asĂ­, seguir siendo el penĂșltimo en la clasificaciĂłn.

La fe ya ha movilizado al mallorquinismo y sumado tres puntos imposibles. Ha cumplido su parte. Es el momento de creer sin vacilaciones, pero sobre todo,  es el momento de trabajar a destajo. El equipo ha comprobado que los milagros existen. Frente al Elche metiĂł el dedo en sus manos y la mano en su costado. “Una y no mĂĄs”, recibiĂł la pertinente reprimenda. Ahora toca desprenderse de cualquier complejo inĂștil y empezar a ganar partidos por mĂ©ritos propios. AsĂ­, sĂłlo asĂ­, y sin garantizar el Ă©xito de la empresa, estarĂĄ un poco mĂĄs cerca la salvaciĂłn.

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