Sports De Ca Nostra

De repente, sin que nadie pudiera ni siquiera intuirlo, el Mallorca ha sufrido una derrota tan dolorosa como trascendente. El Llagostera, un equipo que se ha limitado a ser ordenado y a esperar el error adversario, ha enmudecido Son Moix y ha dejado la pelea por la sexta plaza a expensas de que Zaragoza y Ponferradina también tropiecen. Tal y como sucedió en Vitoria hace una semana, el Mallorca ha vuelto a carecer de alma y espíritu, y pese a que para mí el gol catalán es ilegal, porque viene de una falta inexistente, lo cierto es que ni siquiera me atrevo a decir que el resultado sea injusto.

Al equipo le ha faltado humildad y le ha sobrado soberbia, y el resultado es que apenas ha llegado con peligro a la meta de René. Tan sólo un disparo al palo de Joselu en el primer tiempo y un remate alto de Xisco en el segundo. Una miseria ante un recién ascendido a Segunda B que a falta de 10 minutos ha aprovechado un error imperdonable de concentración de la defensa en una falta para que Sergio León batiera por alto a Cabrero en su salida. Antes de eso se había lesionado Bigas, de nuevo a causa de una rotura muscular. La baja del mallorquín ha sido catastrófica.

El partido ha sido terrible incluso en los prolegómenos. No ha sonado el himno, no se han difundido las alineaciones por megafonía y no creo que fuera el día, con el homenaje al aficionado mallorquinista fallecido la pasada semana en el Rally Clásico, para que aparecieran por sorpresa las cheerleaders que, dicho sea de paso, ha dado la impresión de que necesitan más de un ensayo porque coordinación, lo que es coordinación…En fin, sábado para olvidar. Para olvidar cuanto antes.
Tomeu Maura