Tolerancia cero con la desigualdad de género en el deporte.

5 marzo 2015 | Por lorenzo | Categoria: Fútbol Regional

pilarEl hecho de ser hombre o mujer implica un proceso de adaptación a los roles que la sociedad determina que corresponden a nuestro sexo. Desde que abandonamos el vientre materno, nos moldean y marcan el camino a seguir. En el caso de las mujeres, nos vemos sometidas a los patronos establecidos, porque vivimos en una sociedad regida por un modelo patriarcal, donde el objetivo es fabricar “mujeres tradicionales” que encajen en sus roles; mujeres sumisas vinculadas a la dependencia del hombre; mujeres que tengan como objetivo formar una familia tradicional.

Desde el inicio de las Olimpiadas, donde el papel femenino quedaba relegado a meras espectadoras -el fundador de los Juegos Pierre de Coubertin consideraba que ver a las mujeres practicando deporte era “antiestético” -, hasta la fecha, la historia de la mujer en el deporte no difiere del rol que la sociedad le asignó. El deporte femenino nació condicionado por el papel asignado y la sociedad nos empujó a las mujeres a un deporte y a los hombres a otro, y cuando comenzamos a introducirnos en este mundo, lo hicimos en disciplinas muy concretas. A los pocos fuimos abriéndonos camino y en la actualidad FUERZA E AGRESIVIDAD ya no son sólo adjetivos utilizados para el deporte masculino.

Afortunadamente la cultura deportiva evoluciona, las deportistas consiguen logros, en definitiva, intervienen muy positivamente en el cambio social, aunque al analizar su situación, vemos que aun cuesta entender que hombres y mujeres debemos tener los mismos derechos, las mismas oportunidades y el mismo trato, porque nosotros no somos hombres menos capacitados. El deporte femenino no es igual al masculino, pero en ningún caso debe considerarse inferior.

A día de hoy, ya sea en el ámbito aficionado o profesional, las mujeres tenemos que pelear y demostrar mas que los hombres, para ser respetadas e incluso consideradas iguales. Gracias a nuestro esfuerzo, crecemos en número de participantes; hoy en día casi todos los deportes tienen su versión femenina, pero por desgracia, seguimos a la sombra del deporte masculino.

El hecho de practicar una actividad deportiva te forma como persona, te marca unos objetivos y te enseña como trabajar para cumplirlos. A mí, personalmente, el deporte me acercó valores muy positivos: Auto-superación, autocontrol, autonomía, independencia, integración, solidaridad, aprender a competir, disfrutar y sobre todo Sobre todo amistad y satisfacción personal.

El sexismo continúa manifestándose en la Invisibilidad que nos ofrecen los medios de comunicación, en las brechas salariales, en la escasa participación en las tomas de decisión del deporte, en los peores horarios tanto para entrenamientos como para competición, en la financiación …

Son muchos aun los retos que debemos afrontar y las barreras que tenemos que derribar, pero como reza el lema de Mudegá, Asociación de Mujeres Deportistas Gallegas, que tengo el honor de presidir:

¡”Xuntas hacemos equipo” y seguro que unidas el conseguiremos!

Fuente :

http://mujeryfutbol.com/

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