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vicent torres | ibiza El Ushuaïa Ibiza endosó ayer en Es Viver un claro 3-1 al UBE L´Illa Grau en la decimoquinta jornada de la Superliga masculina de voleibol con un auténtico festival de juego ofensivo. La escuadra pitiusa cedió el primer parcial tras un arranque desangelado, pero se rehízo gracias a una segunda versión del equipo arrolladora, con la que destrozó a cañonazos cualquier atisbo de duda sobre su juego.

Sin duda alguna, que el poderoso brazo de Nico Ronchi (14 tantos) salga a pasear por el pabellón municipal Es Viver también ayuda a espantar las dudas. La mera presencia del italo-uruguayo, que comienza a ver su mejor versión en el horizonte tras un periodo lejos del parqué, es suficiente para levantar un equipo que no encontraba el norte en una Superliga que parece un auténtico carrusel.

Sin embargo, el arranque no permitió prever lo que sucedería en los parciales posteriores. Solanas abrió el marcador y comenzó el intercambio de golpes entre ambos equipos: Ronchi, Dus y Elvis, por un lado, y Nacho, Blasco y Rivera, por el otro. Hasta el 14-15 se llegó con ventajas mínimas para ambos conjuntos, cuando una colocación (14-16) y obligaron a Toni Gino Corona a parar la contienda.

Es Viver se queda helado
El bloque de Vila volvió al duelo con fuerza y se metió en el partido con buenas acciones de Ronchi, Chema y Elvis (20-21). Pero fue el equipo del Villarreal CF quien dispuso de las primeras bolas de set. La primera la dejó escapar con 24-25 con un saque fuera. Nacho ofreció la segunda y no la dejaron escapar (25-27).

Si Es Viver estaba lejos de parecer una caldera, el pabellón se quedó helado tras el desenlace del primer parcial. Chilló el capitán Cardenache de rabia y, a sus espaldas, únicamente encontró un reguero de caras mustias y miradas al infinito. La desilusión de la Copa, donde los amarillos quedaron eliminados después de ir ganando por 2-0, pareció ser un obstáculo mental insalvable.

Aunque los partidos y los equipos cambian de cara con una facilidad asombrosa. Un balón a la red y otro fuera de los castellonenses despertaron a la bestia. No desaprovechó la oportunidad el Eivissa al oler la sangre. Un remate de Chema y dos bloqueos del incombustible Cardenache pusieron un claro 5-0. A medida que la formación que dirige Carlos Cavalli bajaba los brazos, la alegría comenzó a apoderarse de la de Corona, que extendió la diferencia hasta el 8-1 y la dosificó hasta que Borges remató el 25-17 final.

El equipo pitiuso había encontrado su esencia y no la dejó tampoco en el tercer set, que arrancó de la misma manera, con Solanas y Ronchi abriendo el camino con 5-0. Por aquel entonces, todos los fantasmas habían pasado a las espaldas visitantes, incapaces de reprimir cualquier ofensiva. También fue Solanas el encargado de rematar el último punto (25-17).

Y por si L´Illa Grau tenía alguna intención de apretar la contienda, los amarillos siguieron a lo suyo: volatilizando cualquier esperanza. Un bloqueo de solanas puso el 4-0 y los de Eivissa se dedicaron a seguir remando con el viento de cola hasta el 25-14 final.
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