El Valencia quiere eliminar a representantes en jugadores menores

28 enero 2015 | Por lorenzo | Categoria: Fútbol Regional
FUTBOL BASE¿Protección de los menores o intereses encubiertos?… El diario El Mundo analiza la norma que el Valencia quiere imponer contra el «mercadeo».

Hace tres temporadas, en junio de 2012, el Barcelona fichó al valencianista Jordi Alba por 14 millones. No fue el único bocado que se llevó a Can Barça, además pescó para La Masía a dos perlas de la escuela del Valencia. Los elegidos fueron dos alevines que esa campaña brillaron a un grandísimo nivel: el delantero centro Abel Ruiz y el centrocampista Enric Martínez, que se habían repartido todos los premios MVP en los torneos que disputaron aquella temporada. Bastó un cambio de residencia para ‘levantar’ al Valencia a sus dos joyas, a los que el Real Madrid también les seguía la pista.

 

Un año más tarde, otra perla como el centrocampista Pedro Chirivellaabandonaba la escuela rumbo a Liverpool, justo cuando Amadeo Salvodisfrutaba de sus primeros días como presidente de la entidad.
La marcha de estas promesas fue un asunto que quiso hacer suyo Amadeo Salvo y apenas un mes después del ‘caso Chirivella’, el club inició una batalla para eliminar la figura de los representantes en su escuela, al menos hasta que los pequeños futbolistas cumplieran los 16 años. La edad mínima que marca la ley para poder firmar un contrato laboral.
Entonces -el 12 de julio de 2013- el club emitió un comunicado denunciando la proliferación de agentes y representantes en torno a niños de 9 a 11 años, apuntando que a algunos padres habían recibido «acoso» y «elementos de presión» para firmar borradores de contratos para que los firmaran «sin darles opción a asesorarse».
Lo que parece encaminado a proteger al menor suena a una medida para que el club controle a los futuros talentos
Ante aquella situación, el Valencia, además de desaprobar esas prácticas, desaconsejaba absolutamente «firmar contratos de representación con terceros a niños menores de 16 años». Una advertencia que ahora quiere convertir en norma. De este modo, laAcademia Gloval, como bautizó Salvo la escuela del Valencia que ha impulsado desde entonces, piensa aprobar una medida que prohibirá a los futbolistas sub 16 contar con intermediario. El club pretende evitar que los agentes futbolísticos, en definitiva, intervengan en la relación del club con los padres o tutores asignados de los propios futbolistas de la Academia Gloval.
La intención, además, es que el Valencia cree un departamento exclusivo que supervise la vida deportiva de cada uno de los futbolistas de su vivero hasta que cumplan los 16 años. Con el fin de plasmar en breve este ‘decreto’ el presidente ejecutivo del Valencia, Amadeo Salvo, y el director deportivo, Rufete, se reunieron ayer para concretar la medida. Otro aspecto será, aunque lo aprueben, que tenga recorrido, ya que muchos de los jugadores que el mismo Valencia capta en otras escuelas, por poco que despunten, tienen ya representante. ¿Los fichará entonces o no?
En el trasfondo de esta medida subyace las dificultades que el club ha encontrado a la hora de renegociar los contratos de sus promesas cuando éstos ya cuentan con agentes que, en el ejercicio de su profesión, aprietan en las negociaciones por su representado.
La pionera ‘ley antifugas’ que pretende implantar el Valencia podría ir en su propio perjuicio, excepto que quiera asumir que muchas de las promesas que ahora tiene en su cantera (con representante ya) puedan abandonar el club, en el caso de que apliquen la norma y les inviten a elegir: o sin representante o fuera.
La normativa que protege la ley del menor no habla de representantes, ni está regulada a partir de qué edad se puede o no contar con agentes.Entre otras cosas porque quien firma el documento de representación o compromiso con el club -mediante un contrato privado- es el menor, sí, pero la rúbrica que tiene validez y peso es la de sus padres o tutores asignados que, a su vez, suelen delegar en terceras personas. O sea, en representantes futbolísticos. Los que conocen, mejor que nadie, la realidad del mercado y todas las opciones. Es lo que el Valencia denomina mercadeo.
La ley no prohíbe esa práctica. Al menos no está regulado. Sí que prohíbe que al menor se le ponga en escaparates indebidos o que sea sometido a cualquier tipo de presión que pudiera perjudicar su estado físico o psicológico. Es más, la FIFA da por buenos ese tipo de contratos privados (con o sin representantes) hasta los 16 años, siempre que no tengan una duración de más de dos temporadas. Llegado a ese punto, hay que renovar los compromisos, o no.
Lo que para el Valencia va encaminado a una medida para proteger al menor,suena a una decisión encubierta de querer asegurarse a las nuevas generaciones y disponer del control absoluto sobre sus futbolistas.
Aunque es un arma de doble filo. Si como pretende, desea que sus chavales no tengan representación externa -todo lo que no sean padres o tutores legales-, se expone también a que su red de captación, no pueda tantear a las promesas que despuntan de otras canteras. Igual que se Barça y Liverpool se llevaron a Enric, Abel o Chirivella, el Valencia también pesca en otras escuelas. La ley del más fuerte. El pez grande se come al chico.
¿Y con quién firmará el compromiso el jugador si el Valencia impone su ley? Es de suponer que el siguiente paso, aprobada la norma antifugas, será establecer un contrato-tipo para los futbolistas que quieran entrar en la escuela. Donde la voz cantante, cuando algún equipo llame a su puerta, la tendrá única y exclusivamente el club. ¿Qué diferencia hay entre un contrato privado con un menor, autorizado por sus padres, o los que firman los futbolistas adultos? Ninguno. Todos tienen representantes. Que le pregunten al representante futbolístico más famoso del mundo, Jorge Mendes‘, socio de Peter Lim, dueño del Valencia.

– See more at: http://barbadasbase.blogspot.com.es/2015/01/el-valencia-quiere-eliminar.html#sthash.c7pyp59x.dpuf

Comentarios cerrados