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Tal y como hoy podéis leer en EL MUNDO, Serra Ferrer remitió ayer una durísima, y en mi opinión más que merecida, carta a Claassen y Terrasa, a los que acusa de no aportar ninguna solución, de estar continuamente torpedeando y de no definirse sobre la ampliación de capital que necesita el club.

A Serra Ferrer se le podrá acusar de muchas cosas, la principal de ellas haber infectado al club con la presencia de Biel Cerdà, pero es el único, repito, el único de los consejeros que demuestra un mínimo amor por el Mallorca. Es el único que ha pedido abiertamente ampliación de capital y el único que le insiste a Cerdá en la necesidad de convocar al Consejo de Administración. Claassen y Terrasa no se definen, y se limitan a acusar a Serra de todos los males del Mallorca, y el ínclito presidente sigue sin citar a los consejeros.

“El correo que ustedes contestan tenía y tiene como objetivo único intentar solventar la situación del Club y activar la posibilidad de la ampliación de capital. Si existen otras opciones díganlas y asuman la responsabilidad correspondiente.    A ello (la posibilidad de la Ampliación de Capital) nada dicen y por lo visto no les preocupa que un tema transcendente como es ése, se retrase sine día. Ustedes mismos.  En lugar de remar todo el Consejo en el mismo sentido y acelerar la posibilidad de la Ampliación de Capital, como siempre culpan de todos los males a Lorenzo Serra Ferrer”, se dice en un párrafo de una extensa carta que aparece íntegramente reproducida en EL MUNDO.

Y tiene toda la razón Serra. Llevamos cuatro años de luchas por el poder. Cuatro años en los que ni Terrasa ni Claassen han aportado absolutamente nada. Cientos de críticas, varias demandas y mucho ruido, pero ni una sola idea positiva para el club. Ni una sola. Y, de verdad, ya está bien. Eso sí, Blum a 12.000 euros mensuales como director general, y por supuesto cobrando desde el primer momento que puso un pie en el club. Llega un momento en que la canción no cuela. Repito que Serra Ferrer ha hecho muchísimas cosas criticables, muchísimas, pero es el único que da la cara en estos instantes especialmente delicados.

Por cierto. Me llama la atención que en la carta que Blum le dirige a los consejeros, y en la que acusa a Serra de ser el culpable de todo, no hay ni la más mínima mención a Biel Cerdà. ¿Significa eso que Claassen y Terrasa aprueban la gestión de Cerdà? ¿Acaso hay otro pacto en ciernes? Tomeu maura (El mundo.es)