El ocaso de los dioses

27 septiembre 2013 | Por lorenzo | Categoria: Real Mallorca

aouateNo es que quiera ponerme pesado con el tema, ni pretenda convertirlo en una suerte de debate eterno y sin punto intermedio al estilo CasillasDiego López. De hecho, en el asunto de la portería bermellona, no voy a hablar de Rubén Miño, quien, por si interesa mi opinión, debería ser a día de hoy guardameta titular.

El caso es que estaba pensando en Dudu Aouate y en su trayectoria como jugador del Mallorca. No hace muchos años se debatía en qué lugar ocupaba en un podio completado con los nombres de Carlos Roa y Zaki Badou. Nombres ilustrísimos que ejemplifican el nivel que llegó a mostrar el israelí en la portería del Mallorca, pese a que casi todo el mundo a quien leí le otorgaba la medalla de bronce. Llegó con 31 años, edad fértil para un guardameta, y tardó muy poco en ser decisivo domingo tras domingo. No es de extrañar que entrase por pleno derecho en el olimpo mallorquinista.

 

Ahora es un jugador diferente. QuizĂĄs no diferente, si no, tan sĂłlo, peor. No trato de faltarle al respeto ni entrar en polĂ©micas, Ășnicamente de señalar lo que para mi es una obviedad, y es que estĂĄ años luz del portero que fue. Totalmente lĂłgico y normal, dada su veteranĂ­a y el nivel que ofreciĂł durante varias temporadas en Son Moix. El problema, y ahĂ­ es donde estoy tratando de llegar, estĂĄ en que pocas veces –o quizĂĄs nunca- hemos asistido a un declive como el suyo los mallorquinistas menores de 30 años. PrĂĄcticamente nunca nos habĂ­amos tenido que dar cuenta de que un Ă­dolo, un crack del equipo, habĂ­a dejado de ser el mismo bajo nuestro semanal foco.

El caso es que el nuestro es un equipo vendedor. Un club lanzadera o trampolĂ­n que saca a relucir lo mejor de sus jugadores para venderlos cuando su valor estĂĄ en alza. Su declive, por tanto, ocurre en otro puerto, lejos de los ojos nuestros que se pueden permitir conservar en la retina imagenes de sus mejores dĂ­as. Eto’o, Dani GarcĂ­a, Diego TristĂĄn, Stankovic, Ibagaza, Arango, Luque, GĂŒiza, ValerĂłn
 grandes nombres que fueron subastados cuando aĂșn les quedaban muchas tardes de gloria. La cuesta abajo de sus carreras se produjo en otros lugares, salvaguardĂĄndolos del ojo crĂ­tico mallorquinista. SĂ­, es cierto que algunos volvieron al club con mĂĄs pena que gloria, pero lo hicieron una vez ya completado su declive, marcando mĂĄs aĂșn las diferencias con su pasado. El caso es que todos ellos acabaron sus carreras, como es lĂłgico, a años luz del nivel que llegaron a ofrecer.

El caso es que las cualidades de Dudu han sufrido un declive lento e inexorable, casi como sin darnos cuenta. Como el que pasa unos dĂ­as sin afeitarse, no nota el crecimiento del vello facial a simple vista ante el espejo, pero cuando se da cuenta estĂĄ hecho un ermitaño -o un hipster de manual, segĂșn el caso-. Lo hemos presenciado, lo hemos observado, pero en muchos casos no hemos querido verlo. Al principio lo achacĂĄbamos a un mal dĂ­a. Luego pensĂĄbamos “bueno, tampoco era tan fĂĄcil de parar ese gol”, y asĂ­ fuimos perdonando sus fallos, consolĂĄndonos en que los demĂĄs tambiĂ©n fallaban y en el nombre que se habĂ­a hecho bajo los palos de Son Moix. A diferencia de otros, Ă©l no se habĂ­a ido para cumplir con el ciclo del fĂștbol en otro lugar. Por ejemplo, volviendo al nombre de Roa, Ă©l se marchĂł siendo el mejor portero del mundo y volviĂł como uno del montĂłn. Su magia se habĂ­a extinguido en el año que pasĂł predicando el evangelio. Una pena, pero ningĂșn drama, porque su cambio resultaba evidente, como encontrarte con un amigo al que hace tiempo al que no ves y estĂĄ muy desmejorado.

Con Aouate nos hemos tenido que forzar a ver que ya no es el que era, que de hecho ya ni tan siquiera es determinante para su equipo. De hecho, aĂșn hay a quien le cuesta despedirse del porterazo que llegĂł a ser. AhĂ­ reside el trauma, en comprender que ante nuestros ojos han pasado sus mejores dĂ­as y que seguramente ya nunca volverĂĄn, que el dios se volviĂł terrenal. Y que quien le arrebata el puesto es un compañero que posiblemente jamĂĄs llegue a ser tan grande como Ă©l fue, pero mejor de lo que es ahora.

futboldesdemallorca.com

_______

Foto: marca.com

Comentarios cerrados