La Sub 21 Campeona de Europa ¡¡¡Sois los más grandes!!!

18 junio 2013 | Por lorenzo | Categoria: R.F.E.F.

España reeditó su título de campeona de Europa sub 21, conseguido hace dos años en Dinamarca, tras golear en la final a Italia por 4-2 con tres goles de Thiago y uno de Isco. El fútbol del viejo continente sigue bajo dominio español: las dos últimas Eurocopas, así como los dos últimos Europeos en categoría sub 21 y sub 19, están en las vitrinas de la Roja.

Un estilo de juego tan ambicioso como el de la Selección española no podía tener otro desenlace que la victoria final. España ha sido el mejor equipo desde el pitido inicial del choque ante Rusia hasta el momento en el que los focos se apagaron en el Teddy Stadium de Jerusalén y así, pocos rivales pueden plantar cara y evitar un éxito que estaba escrito en el destino de una generación de oro. El 2-4 final fue el resultado a un trabajo sin un solo pero y al éxito de un grupo que hace todo lo posible por mantener el mejor ambiente posible.

Dicen que los buenos jugadores deben aparecer en los momentos de mayor presión, cuando todos los focos apuntan a sus espaldas y cuando los jugadores les miran con la intención de ver como definen un encuentro. Ante todas estas circunstancias apareció Thiago. El capitán no solo porta al brazalete de un equipo plagado de astros del balón, también lidera sobre el césped un combinado de jugadores al que muy pocas fisuras se le pueden encontrar.

En la final jugó Morata de inicio, pero Rodrigo animó desde el banquillo como si su trabajo fuera igual de importante, o más, que el de pelearse con los defensas rivales. Sin alzar la voz, con sus botas negras que apenas llaman la atención, se movió Illarramendi en la medular. Los italianos se encontraron con un muro que no deja de sacrificarse por sus compañeros. Junto al donostiarra Koke, un futbolista que no protagoniza portadas ni titulares, pero es de los que gustan a los entrenadores debido a que sobre el campo, sólo trabaja. Así hasta los 23 miembros, incluyendo a Canales, que han vuelto a ilusionar a un país que, por lo menos, puede estar bien orgulloso de unos deportistas que siguen dando ejemplo cada día.

Ante todos estos ingredientes, el fútbol devolvió todo lo que le dio España en los 90 minutos que duró la final del choque. La ambición por tener siempre el balón, por agradar al espectador y por mirar siempre la meta rival se convirtió en los goles de Thiago, las ocasiones de gol de Morata y las galopadas de Isco.

Para empezar, Morata cayó a banda para recibir el esférico y demostrar que no sólo sabe meter goles. A pesar de ser el máximo goleador del torneo, no faltó su asistencia sobre un Thiago que entró totalmente solo por el centro del área rival y cabeceó el balón al fondo de la red. Italia había llegado tarde al choque y ante España, si te pierdes el comienzo de la película no puedes esperar un bonito final.

El respeto inicial de los transalpinos desapareció por momentos. Aprovecharon el exceso de confianza de los chicos de Lopetegui con el marcador a su favor y acabaron con las opciones de que De Gea terminara imbatido el torneo. El tanto de Immobile quedó en anécdota y sólo sirvió para que demostrara su calidad con un perfecto control tras un pase de Donati y metiera el miedo en el cuerpo de la expedición española.

Los nervios sólo llegaron en los aficionados de La Rojita porque para los jugadores, el fútbol se veía de la misma manera con el choque igualado a como se actuaba con la ventaja a favor. El balón y el rival son los que corren, pases cortos para adelantar metros y muchas ayudas para buscar innumerables salidas desde atrás eran algunas de las consignas que sirvieron al combinado nacional para demostrar que en el electrónico, los que mandaban eran ellos. Thiago volvió a aplicar la calma en una zona del campo donde sólo los elegidos pueden hacerlo y tras controlar un pase de Koke, controló el cuero con el pecho para rematar a gol ante un Bardi que sólo consiguió tocar el esférico para darle emoción al tanto.

No ha sido su mejor torneo, pero como él acostumbra, las mejores jugadas salen de sus botas cuando nadie lo espera. Tras muchos minutos en el césped, por fin Tello hizo lo que se le pide, controlar el balón y llegar hasta la línea de fondo sin que nadie fuese capaz de frenarlo de forma legal. Tras pisar área, el azulgrana fue detenido, pero con un claro penalti que cometió Donati y que transformó Thiago para firmar su hat trick.

Con España desbordando por todas las zonas posibles del campo, a la ‘Azurra’ sólo le quedaron fuerzas para intentar salvar su honor en los primeros minutos del segundo acto, algo con lo que finiquitaron los españoles por la vía rápida al monopolizar el esférico en todo momento.

El rondo en el que conviertieron el partido Koke, Thiago, Illarra, Isco y compañía terminó con un nuevo tanto desde el punto de penalti. En esta ocasión fue Montoya el que fue zancadilleado claramente y permitió que Isco dejara su sello en forma de gol el día de la final. El malagueño es uno de los ídolos de la grada israelí y les devolvió sus ánimos con tres tantos en el campeonato.

Acariciando la Copa, los chicos de Lopetegui bajaron un poco el ritmo, se confiaron y se dedicaron a disfrutar del fútbol en un momento tan especial como el vivido en Jerusalén. Sólo las numerosas patadas recibidas por parte de los italianos y el duro disparo de Borini que terminó en el fondo de la red para acortar distancias deslucieron un final que se esperaba desde que el balón se echó a rodar en Israel. Con España como campeona de Europa por segunda vez consecutiva.

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